El boli Bic, el bocata de chorizo y las rodilleras son los reyes de la vuelta al cole

Viernes 2 de septiembre. Hace calor todavía, aunque apenas sean las nueve de la mañana. Gustavo todavía no ha terminado de sacudirse la arena de la playa, aunque ya hace días que dejó, él y su familia, el apartamento a orillas del Mediterráneo en el que pasaron quince días durante el mes de agosto.

Lo que oye no es el murmullo de las olas porque lleva ya dos días trabajando en el turno de tarde de una empresa de camiones. El despertador y los gritos de sus dos hijos le devuelven a la normalidad.Vuelta al cole, día de compras

"¡Venga, Gustavo!", le azuza Elena, su compañera desde hace ya más de quince años. Y es que este fin de semana es especial. Toca zafarrancho. Es el día de las compras, de las últimas compras, para que a media semana, cuando Nacho y Ana, sus hijos, tengan que volver al cole lo encuentren todo dispuesto y preparado. ¡Es el último día para las compras porque el lunes hay que volver otra vez al tajo y ya no hay tiempo!La despensa, el material escolar, la ropa...

Espera un día duro: Llenar la despensa, adquirir el material escolar, las mochilas, ropa (sobre todo calcetines, zapatos, deportivos y ropa interior porque el uniforme y los libros ya están comprados desde hace tiempo...), en fin, todo lo necesario para la vuelta al cole. La temida vuelta al cole para los niños... Pero también para los padres y, sobre todo, para su cartera. Y es que los primeros días de septiembre son un verdadero 'tsunami' en las familias españolas con niños en edad escolar.

Luis, también se prepara para empezar el cole. Ya no tiene niños, sus tres vástagos hace tiempo que dejaron los pupitres, pero el 'cole' también empieza para él. Y es que este madrileño de casi sesenta años regenta una tienda de ultramarinos, de las pocas que quedan ya, de las tiendas de barrio de toda la vida, enfrente de un colegio en el centro de Madrid.  

Ya ha llamado al horno de pan que le suministra 100 barras diarias, para decir que a partir del jueves necesita 25 más cada día. El pedido de productos de charcutería ya lo hizo la pasada semana y está bien surtido de jamón york, chorizo, chopped, queso... "Vuelve el bocadillo de chorizo de toda la vida", dice, "y durante la temporada escolar, desde hace cinco o seis años, cada vez son más las madres y padres que vienen aquí antes de recoger a sus hijos del cole y compran una barra, chorizo, principalmente de Pamplona, y hacen el bocadillo para sus hijos antes de ir a recogerlos". Menos bollería industrial

El tendero explica que "en los últimos años se ha producido un descenso en la venta de bollería industrial en detrimento del bocata de chorizo de toda la vida. No sé si será cuestión de nutrición o de economía porque con una barra de pan y 180 gramos de chorizo meriendan tres chavales y el coste total no pasa los 2,5 euros".

Justo al lado de la tienda de ultramarinos está situada una papelería, también de las de toda la vida, que estos días, a primeros de septiembre, hace su agosto particular. "Menos porque los tiempos están muy achuchados y las grandes superficies son unos monstruos contra  los que no podemos competir".El bic, la goma Milán, los Alpino...

Fernando Estévez, que así se llama el dueño de la papelería dice que "yo también fui a EGB" y "hasta me hace ilusión" decir que los cuatro productos que más se venden son "los de toda la vida": El bolígrafo Bic de cristal (0,35 euros), la goma Milán 430 cuadrada (0,25 euros), el lápiz Staedler HB (0,5 euros) y la caja de doce pinturas ALPINO (2,75 euros). "Vamos, los que usábamos hace veinte años". Pero es que según Fernando, estos productos se venden "más que el resto de sus competidores en una proporción, en algunos caso, de 8 o 9 a 1".

En cuestión de cuadernos, carpetas, mochilas... "la gama que se vende es más amplia y no hay tantas preferencias", pero, sobre todo en el tema del bolígrafo, "el Bic de toda la vida arrasa". Y es que no en vano la publicidad de la marca francesa decía en su día que con él se podía pintar una línea seguida de dos kilómetros.Las rodilleras y las coderas, de moda... a la fuerza

En la calle Pontejos de Madrid, histórica sede de las mercerías con más solera de la capital, también han notado más ajetreo en los últimos días. "Vuelven las rodilleras y las coderas", explican. "Hay que ahorrar y los padres retoman la aguja y el hilo" (las autoadhesivas no son lo mismo) "porque si se estropea el jersey o el pantalón ya no se puede comprar uno nuevo sino que se arregla y ya está". Hay, además "unos parches estupendos ahora y así" (por apenas 0,75 euros el par de rodilleras o coderas) "alargamos la vida útil de las prendas, que la vida está muy 'achuchá", explica Luisa con gracejo.El carro, hasta arriba

Y mientras nos contaban todo ésto los tenderos de toda la vida, Gustavo, Elena y sus hijos, Nacho y Ana, a quienes dejábamos desperezándose en su casa dispuestos a salir a la jungla de un duro e intenso día de compras, ya tienen el carro lleno. Zapatos, zapatillas, calcetines, leotardos, braguitas, slips, dos mochilas, dos juegos de reglas, un paquete de 500 folios, rotuladores, cuadernos... Y, por supuesto, bolis Bic, gomas Milán, pinturas Alpino... En total, unos 230 euros. Y eso que este año no toca renovar ordenadores, tablets... "Eso, en todo caso, queda para las Navidades y los cumpleaños", tercia Ana.

"El chorizo lo compramos en la charcutería de debajo de casa", dice Gustavo. ¿Y el pan? "El pan en la panadería de toda la vida". "¿Papá, mamá, cuando terminemos la compra nos comemos una hamburguesa antes ir a casa?", dice Ana. Pues eso, la vuelta al cole.