Vuelven los Reyes Magos a Madrid y lo hacen recuperando sus vestidos tradicionales. Este año 2017, la indumentaria de sus majestades de Oriente es la clásica, la de toda la vida, dejando atrás la polémica provocada el año pasado por sus llamativos atuendos.
En esta ocasión, el Ayuntamiento de la capital, dirigido por Manuela Carmena, ha escogido vestidos en tonos beige para que los Reyes Magos recorran las calles de la ciudad. Cada uno de ellos irá acompañado de discretos fulares. Estos son los atuendos:Sus Majestades los Reyes Magos ya están en Madrid #cabalgataMadrid pic.twitter.com/w9z86BZQ5J— Madrid Cultura (@Madrid_Cultura) 5 de enero de 2017
El año pasado la polémica se produjo por los curiosos vestidos con los que aparecieron los Reyes Magos. Melchor vestía una túnica de color azul y motivos vegetales estampados. El más llamativo fue Gaspar, que vistió una indumentaria rosa, con estampados de aves y otros elementos florales. Baltasar, por último, llevaba un turbante fucsia con plumas de faisán a través del que sobresalían unas rastas, vestía de verde y amarillo con motivos geométricos.
La imagen era una oda al surrealismo:
El día más importante del año para los más pequeños, donde esperaban con ilusión la llegada de los Reyes y abren los ojos y la boca alucinados, se convirtió así en un desfile sin magia, sin corazón, sin espíritu navideño e infantil. Una marcha fría. Para la gran mayoría de los que se atrevieron con el frío de la tarde noche madrileña, la cabalgata que recorrió parte del Paseo de la Castellana de la capital fue un acto muy alejado del tradicional de otros años, de las cabalgatas de toda la vida, donde los magos de oriente eran los protagonistas con sus capaz, sus coronas, sus regalos.Se eliminó así por completo el espíritu navideño de siempre. Las caritas de los niños se volvían tristes después de ver como se quedaban sin ver a los camellos, ocas, y además tuvieron menos caramelos.
La directora artística de la cabalgata de Madrid de 2016 fue la exresponsable de artes escénicas de La Casa Encendida de Madrid Maral Kekejian, una veterana comisaria especializada en teatro infantil que contó con un presupuesto municipal de 535.540 euros, a los que hay que sumar los 200.000 que aportaron los patrocinadores.
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