Millones de personas pasan horas y horas poseídos por sus móviles. Mucho se ha hablado de la dependencia psíquica que aportan las nuevas tecnologías, pero ¿cuánto repercuten en nuestros cuerpos? Los efectos colaterales llegan a literales daños físicos. La tendencia ya tiene un nombre: se la denomina 'Text Neck' para definir al nuevo mal que padecen miles de jóvenes, por estar horas inclinados, de manera más que excesiva sobre sus dispositivos para chatear, deleitarse con sus youbuters favoritos o tuitear.
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El 'Text Neck se podría traducir al español como 'Cuello de texto'. Se le denomina así a los pacientes que llegan a la consulta con síntomas que tal vez miles de personas hayan padecido y desconocen cuál es el origen de la afección: dolores y rigidez de la columna. También padecen fuertes mareos y dolores de cabeza agudos, debido a las malas posturas del cuerpo que realizan a la hora de usar los dispositivos tecnológicos.
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Un estudio realizado por el Hospital argentino de Vicente López Dr. Bernardo Houssay, que fue elaborado entre junio de 2014 y junio de 2016, contabilizó que siete de cada diez casos de columna analizados en el área de traumatología del mencionado centro médico corresponden a dolores cervicales por posiciones del cuerpo no adecuadas al momento de utilizar móviles, y por la cantidad de horas diarias que las personas destinan a hacerlo.
Los investigadores han denominado a esta corriente como el síndrome del 'Text Neck, una auténtica enfermedad tecnológica del siglo XXI. Todo se desencadena por el uso inadecuado y prolongado de las pantallas. Los especialistas señalan que cuando inclinamos el cuello hacia adelante para mirar las pantallas de móviles y tabletas, sobrecargamos la columna vertebral si nos mantenemos en esta postura durante un tiempo prolongado.
La columna acostumbra a transportar unos 5 kilos (la cabeza en posición normal), se sobreexige con hasta 27 kilos al llegar a los 60 grados de inclinación. En el estudio del Hospital Bernardo Houssay no fueron computados los casos los casos pos traumáticos, pos quirúrgicos, patologías infecciosas inflamatorias y procesos degenerativos.
En las conclusiones del mencionado trabajo, sus artífices han detectado "síndromes asociados al mal uso o uso excesivo de la tecnología con un gesto repetitivo sedentario". La franja de edad más afectada es la de pacientes de 13 a 44 años.
El fenómeno, obviamente, es global. El diario The Telegraph publicó que el síndrome del Text Neck o postura de cabeza hacia adelante -FHP- en inglés, es el trastorno muscular "de moda" en la era de la información, y se está convirtiendo en una auténtica epidemia en Estados Unidos y en muchos países europeos.
Como quedó dicho, se caracteriza por la rigidez de cuello, dolor de hombros y cefaleas. Y todo apunta a que se desencadena tras mantener durante demasiadas horas al día una postura con el cuello inclinado hacia abajo. En algunos casos, los músculos se llegan a adaptar tanto a la postura que cuesta volverlos a colocar en su sitio, y el cuello pierde su curvatura natural.
El 'Text Neck' también provoca, en determinadas ocasiones, un dolor con sensación de irradiación hacia un lado del cuello, escápula o brazo. Además, puede generar entumecimiento o sensación de hormigueo en el brazo, la mano o los dedos, sensación de debilidad en el brazo o la mano, y rigidez o dificultad de movimiento al levantar la cabeza hacia arriba después de mirar hacia abajo durante periodos largos de tiempo.
Todo es provocado por el uso de teléfonos móviles, lectores de libros electrónicos, tabletas, consolas portátiles y otros gadgets "de bolsillo" para leer, escribir mensajes, ver vídeos, jugar o chatear.
Para contrarrestar sus efectos, los especialistas recomiendan mantener el cuello en una posición de flexión y hacia delante, y ejercicios más adecuados para debilitar el aumento de presión y tensión que esto provoca. Entre los ejercicios se incluye: corrección postural a nivel cuello y cabeza, estabilización escapular, ejercicios a nivel de los extensores de la columna y ejercicios de control abdominal y lumbar.
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