El 25% de los niños madrileños ha dejado los comedores escolares en los últimos años

  • El precio por comer en el 'cole' va desde los 85 euros que cuesta en uno público a los 200 de uno privado, pasando por los 125 de una escuela concertada.

    Mis hijas salían del cole con hambre y ahora, desde que me quedé en el paro, comen en casa, mejor y mucho más barato".

Muchos niños han dejado los comedores escolares últimamente.
Muchos niños han dejado los comedores escolares últimamente.
Iñaki Etxarri

"Mis hijas salían del cole con hambre y ahora, desde que me quedé en el paro hace dos años, comen en casa, mejor y mucho más barato. Por lo que me costaba el comedor de una de ellas comen y cenan las dos todo el mes en casa". Las palabras de María del Carmen Rodríguez, con dos niñas de entre 7 y 10 años, resumen en buena medida lo que se vive en muchos hogares y colegios españoles. Al menos madrileños.Un 25% de niños menos en los comedores

"Aproximadamente el 25% de los niños han dejado el comedor escolar en los últimos años", explica José Luis Huertas, un profesor de un colegio público de la capital. "Y como pasa en mi colegio pasa en todos según los datos que tengo", explica.

Y es que los padres, en general, se quejan de que los menús que dan a los niños en los colegios, normalmente encargados a empresas especializadas porque los colegios ya no tienen cocinas, son "caros, repetitivos y escasos". "No sé qué les dan, pero cuando voy a buscarles a la salida se devoran la merienda y me dicen que tienen mucha hambre". Luz refleja la situación que viven muchos padres con sus hijos y el comedor escolar. "Los niños se quejan mucho de lo que comen en el cole", explica Luis, cuyos dos vástagos, comen cada día en un colegio concertado de Madrid. "Pago 123 euros y me parece muchísimo", relata.

Lo cierto es que sea por lo que fuere, por el paro, la crisis o que realmente se come mal y poco, los padres españoles están borrando a sus hijos de los comedores escolares. A otros, como a Antonio, bombero de Madrid, que vive sólo con su hijo, no le queda más remedio que "mantener a mi niño en el comedor por mis horarios de trabajo. Se oyen muchas cosas, pero yo estoy contento con el servicio, y mi hijo de 7 años dice que también".  

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