Caracas.- La modelo española Paola Dominguín visitó este fin de semana a los refugiados colombianos en comunidades de los estados fronterizos venezolanos de Táchira y Apure, donde pudo conocer sus testimonios y su situación, indicó hoy ACNUR.
"Son muchas cosas las que me han impactado, cada uno con su historia te toca el corazón", comentó Dominguín, durante su visita a la región, donde unos 9.000 colombianos son solicitantes de refugio, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
"Que una persona tenga que abandonar su país y sus raíces por la presión e inseguridad que siente al verse amenazado, tanto el como su familia, es algo muy doloroso", dijo la modelo y actriz, hermana del cantante Miguel Bosé.
Según ACNUR, hay alrededor de 200.000 colombianos, refugiados o en situación equivalente aunque no registrados, en Venezuela. En 2010, hubo 2.226 nuevas peticiones. Desde el año 2002, el número acumulado de solicitantes de refugio se eleva a más de 16.000.
Este año, la Comisión Nacional para los Refugiados evaluó 746 casos, de los que 630 fueron rechazados y 146 reconocidos.
Paola Dominguín, que llegó al sábado procedente de Colombia al estado Táchira, recorrió el municipio fronterizo de Pedro María Ureña, y visitó también Rubio, en el municipio Junín, señaló la agencia de la ONU.
Este domingo, se trasladó a San Josecito, a las afueras de San Cristóbal, donde visitó, acompañada por los representantes de ACNUR, un proyecto de reciclaje emprendido por un grupo de refugiados.
También conversó con líderes comunitarios, solicitantes de refugio y refugiados en el municipio Torbes y otras comunidades, antes de viajar a Guasdualito, en Apure, para reunirse con un grupo de mujeres colombianas que han abierto una tienda de artesanías elaboradas por ellas en un sistema de cooperativa con venezolanas.
De los relatos que escuchó, destacó que le inspiraron especialmente dos historias, la de "Elena" porque, dijo, "tenía el rostro y la actitud de las mujeres luchadoras, de esas que mientras más retos se le presentan más se afanan en buscar la solución".
"Ella vino a Venezuela para evitar que los grupos armados reclutasen a sus hijos. Hoy, con una pequeña ayuda microfinanciera, tiene una fábrica artesanal de yogur en su casa, que distribuye a comercios de su localidad y con la que sostiene a sus hijos y a su marido quien ha quedado tetraplégico", comentó.
"Otro caso que me llegó al corazón es el de "Miguel". De él me impresionó el mismo espíritu de lucha de "Elena". Su capacidad de salir hacia delante", indicó Paola Dominguín.
"Era un líder sindical propietario de una farmacia en su ciudad, que vio morir a sus compañeros y quien tuvo que huir sin siquiera pasar por su casa, pues le dijeron que allí le estaban esperando", siguió.
"Este señor ha montado una granja de pollo y un huerto familiar, con la intención de enseñar a gente joven a cultivar con abonos orgánicos (...) Su capacidad de adaptación es realmente admirable", agregó.
"Demuestran una gran fuerza y coraje al emprender un viaje hacia un lugar desconocido y empezar desde cero", comentó respecto a estos refugiados.
Sobre su interés en esta región de Venezuela a la que han llegado de la vecina Colombia muchos en busca de refugio, Paola Dominguín señaló que había conocido el trabajo que realiza el organismo por el jefe de la Oficina de ACNUR en Táchira, Enrique Valles, amigo suyo, y de allí que surgiera el viaje para ver la realidad sobre el terreno.
La modelo, que desde hace años colabora con fundaciones humanitarias, dijo que no conoce directamente los casos de inmigrantes procedentes del África subsahariana en España, pero consideró que "todos (los refugiados) han tenido que verse forzados a abandonar su país, el reto es común".
De los testimonios escuchados en sus dos días de recorrido por la región fronteriza, subrayó que le demostraron que "el ser humano es fuerte y que no es tan fácil anularlo, que no quieren ser manipulados ni sometidos a la violencia".
Añadió que si pudiese pedir una sola cosa, sería "justicia, con letras mayúsculas y a gritos".
Paola Dominguín, que hoy regresaba a Colombia y de allí a España, expresó su intención de volver a la zona para poder "ayudar un poco más", al tiempo que consideró, ante la tragedia de los refugiados, que los Gobiernos y sus ciudadanos deben "sensibilizar y educar a las nuevas generaciones para resolver el problema desde su raíz".
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