Una residencia de ancianos de Tarragona reparte 18 millones de euros del segundo premio

    • El residencia había comprado un gran número de billetes a la administración del pueblo, Roda de Bará en Tarragona
    • La mayoría de los 45 trabajadores y algunos ancianos han sido premiados.
Los niños de San Ildefonso cantando el segundo premio
Los niños de San Ildefonso cantando el segundo premio

La lotería de Navidad depara grandes alegrías a los afortunados ganadores. Hoy, uno de ellos es la residencia de ancianos Mirador de Bará, en la pequeña localidad de Roda de Bará en Tarragona. Este centro ha conseguido que la monotonía del lugar se rompa por un día. El cantar de los niños del colegio de San Ildefonso les ha resonado diferente cuando han entonado el número 12.775, el segundo premio de la lotería de Navidad.Esta mañana los trabajadores del centro de Mirador de Bará han amanecido con la ilusión de hacer feliz al grupo de ancianos que ahí residen. La sorpresa ha sido cuando se han enterado que cada uno de sus décimos ahora vale 125.000 euros. Esta residencia compra todos los años a la administración del pueblo para repartir entre el personal y los ancianos. Ellos compraron la mayoría de los 15 billetes que vendió el local y que han sido premiados. Nada más y nada menos que 18 millones de euros ha repartido entre los afortunados que decidieron comprar un décimoLa mayoría de los 45 trabajadores de la residencia tenían un décimo con el mágico número, el 12.775. Además, incluso algunos de los ancianos también portaban un cartón que ahora podrán repartir entre sus familias y porque no, con sus compañeros de pasillo. Hoy es un día diferente en esta localidad, la humildad de las cocineras, las enfermeras y enfermeros, el personal de limpieza… que todos los días tienen como objetivo hacer feliz a los más mayores del pueblo, han conseguido uno de los sueños de ricos y pobres, ser premiados en el sorteo de Navidad. En este 22 de diciembre, los protagonistas son ellos, la monotonía se ha roto, la celebración ha comenzado. En esta jornada, el día es suyo, son los protagonistas.Para ellos, se puede decir que el karma les ha devuelto su trabajo y constancia. En un lugar donde solo vales si llevas una sonrisa en tu cara, ¿sería el destino? La vida les ha recompensado su sacrificio. Aunque como ellos han dicho, este premio está muy bien pero que ni siquiera hoy van a dejar sus funciones a un lado, continuarán haciendo camas, comidas, atendiendo a sus clientes… vamos, lo que cualquier día normal.

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