"Es lo justo. A mismo trabajo igual salario e igual jornada", ha sostenido Cedrún en declaraciones a los medios preguntado por la decisión que han tomado trabajadores del servicio de recogida de basuras de ir a la huelga en el caso de que las empresas adjudicatarias del servicio no se sienten en una mesa única para la negociación de un convenio que abarque a la totalidad de la plantilla.
El secretario general de CC.OO. de Madrid ha explicado que este lunes se producirá un intento de mediación en el Instituto Laboral y, si no hay respuesta por parte de las empresas, "habrá que ir a un conflicto laboral".
"Será uno más porque estamos con estas empresas que llevan la basura con problemas a lo largo del tiempo", ha lamentado Cedrún, quien ha explicado que se está planteando que "haya un convenio para todos los trabajadores que se dedican a este trabajo", pero hay división. A su juicio, el Ayuntamiento de Madrid, los responsables municipales "tienen que "jugar fuerte en esta partida" porque "es lo justo".
En la misma línea se ha expresado el secretario general de UGT Madrid, Luis Miguel López Reíllo, quien ha señalado una posibilidad "grande" de llegar a una huelga ya que "los convenios se tenían que haber negociado en diciembre de 2016".
Según ha explicado hay varias empresas, cada una tiene su convenio y "lo que no quieren los trabajadores es que unos cobren más o menos que otros por hacer las mismas funciones".
"Están diciendo que o se negocia un convenio único o habrá huelga", ha remarcado el sindicalista, quien ha precisado que "hay diferencias de sueldo de unos a otros de un 30 o 40 por ciento". A su juicio, se debe a "la reforma laboral perversa" que hace que entren empresas multiservicios y algunas no respetan los convenios del sector y aplican su propio convenio, lo que "hace que se rebajen los salarios".
El líder de UGT Madrid ha señalado que no es un tema del Ayuntamiento, sino de las empresas, pero ha apuntado que la delegada del ramo, Inés Sabanés, "va a hacer lo posible para que lleguen a un acuerdo".
También ha indicado que es un problema que viene arrastrado de los mandatos de los populares de Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella pero el Ayuntamiento "va a intentar arreglarlo porque el perjuicio que se puede causar si no va a ser muy importante".
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