La cuenta del gasto en prestaciones por desempleo abrió un agujero de 3.175 millones de euros en los Presupuestos de 2012, después de que la crecida del paro desbordara en un 11% el apunte presupuestario previsto para el pago de la cobertura al desempleo.
El pasado mes de marzo, el Gobierno previó un gasto de 28.503 millones de euros para hacer frente tanto a las prestaciones contributivas como a los subsidios que perciben las personas que se han quedado sin ningún ingreso, una vez agotado el tramo contributivo de la ayuda.
El Ministerio de Empleo acaba de publicar el dato correspondiente al conjunto del año 2012 y éste revela que el gasto final por este concepto se disparó hasta los 31.678 millones de euros, 3.175 millones más de lo previsto.
La cifra se aproxima al récord de 32.000 millones de euros registrado en 2010 y supera en 1.683 millones de euros el gasto por este concepto en 2011.
Hay que recordar que el Gobierno esperaba una reducción que el pasado año 2012 el gasto en prestaciones cayera un 5%. Al final, lo que ha ocurrido es que se ha incrementado un 5,6%.
Casi tres millones de beneficiarios
Lógicamente, la clave de esta desviación ha estado en la fuerte crecida del paro y en el inesperado incremento en el número de beneficiarios..
El Gobierno descontaba que tras cuatro años de crisis muchos ciudadanos ya habrían perdido el derecho a prestación contributiva y que la tendencia a la baja apuntada en 2011, en el que el número de beneficiarios se redujo en casi 100.000, se acentuaría en 2012.
Eso no ha ocurrido. El número de beneficiarios ha estado casi todo el año en el entorno de los tres millones y el número de solicitudes ha sido prácticamente todos los meses superior al registrado en 2011, lo que indicaría una alta rotación entre los desempleados, que saldría del paro para trabajar durante un periodo suficiente como para generar nuevamente derecho a prestación.
Mientras en 2011, el número de solicitudes superó las 900.000 apenas en dos ocasiones, el pasado año se superó el millón de solicitudes mensuales de prestación en julio, octubre y noviembre.
Finalmente, a diciembre de 2012 eran 2.957.378 los beneficiarios de la cobertura pública por desempleo en España; 30.000 más que hace un año y 58.000 menos que hace dos.
Las cosas, no obstante, han cambiado significativamente. Mientras que en 2010 la tasa de desempleados que tenían una prestación era del 77%, el porcentaje en 2012 ha caído al 64%.
40 céntimos más de prestación
El Gobierno gastó en diciembre 2.645 millones en pagar las prestaciones por desempleo del sistema, lo que supone un incremento del 2,4% respecto a los 2.538 millones que costaba atender esta cobertura un año antes.
La prestación media, no obstante, apenas ha variado. Se sitúa en 864,3 euros mensuales, apenas 40 céntimos más que hace un año.
El Gobierno ya preveía esta desviación y el pasado mes de noviembre el Consejo de Ministros aprobó un crédito extraordinario de 4.295 millones de euros para hacer frente al presumible mayor gasto por este concepto.
La maniobra, lógicamente, no habrá salido gratis. La Ley General Presupuestaria establece que este tipo de instrumentos financieros se puede financiar bien con cargo a deuda pública, lo que habría exigido una emisión extraordinaria de 3.175 millones de euros en un contexto como mínimo hostil, o bien mediante reducciones del gasto en otras partidas presupuestarias, lo que habría forzado ajustes adicionales de gasto equivalente a la desviación puesta de manifiesto.
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