Funcionarios chilenos deponen paro tras aprobación de reajuste salarial

Los empleados públicos chilenos acordaron este jueves deponer el paro nacional que mantenían por 18 días en reclamo de un reajuste salarial, pese a que el acuerdo alcanzado en el Congreso la víspera fue menor a sus aspiraciones de incremento.

Mientras los dirigentes de los empleados públicos anunciaban el fin de la movilización -que tenía su cara más patente en las toneladas de basura acumulada en el centro de Santiago- cientos de trabajadores se enfrentaban con fuerzas especiales de la policía en el frontis del palacio presidencial de La Moneda.

Portando pancartas y banderas chilenas y reclamando por un reajuste mayor al aprobado en el Congreso, los trabajadores fueron reprimidos por los agentes policiales con chorros de agua. Las puertas del palacio presidencial fueron también cerradas, para evitar el posible ingreso de manifestantes.

"De esta forma se da por concluido el proceso de movilización", anunció en rueda de prensa Carlos Insulza, dirigente de la coordinadora de la mesa del sector público.

El fin de la movilización, que implicó la paralización parcial de gran parte de las oficinas públicas y de los servicios públicos de salud, se da tras la aprobación la noche del miércoles en el Congreso de la propuesta de aumento salarial enviada por el gobierno de Michelle Bachelet, de un 3,2%.

La misma propuesta había sido rechazada dos veces antes en el Congreso, asestándole un duro golpe al gobierno, que no consiguió el apoyo ni de sus propios parlamentarios.

Con el mismo porcentaje de aumento, pero adicionando bonos para los salarios más altos y teniendo ahora el apoyo de la oposición, Bachelet logró sacar adelante el proyecto de reajuste anual pese a la oposición de los trabajadores.

Sin mayor margen de maniobra y tras el desgaste al cabo de 18 días de movilizaciones, los empleados públicos resolvieron deponer la movilización aunque anunciaron que desde ya se pondrían a trabajar en la propuesta de 2017.

Para esta negociación, ellos aspiraban inicialmente a un reajuste del 7%, que luego bajaron al 4%.

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