Los 215 trabajadores en plantilla en Bosal se quedaron en paro en noviembre después de que la empresa se declarase en quiebra el 15 de enero de 2015, aunque venía atravesando problemas desde 2012 por la caída de la producción en el sector y la pérdida de cuota de mercado de los fabricantes europeos en la última década.
Las autoridades españolas solicitaron ayuda europea para contribuir a un programa nacional dotado con 1,4 millones de euros, con el objetivo de reciclar a los trabajadores despedidos por 29 empresas del motor en la región valenciana y ayudarles a encontrar un nuevo empleo.
La Comisión Europea propuso el pasado mes de noviembre destinar una ayuda de 856.800 euros del Fondo de Adaptación a la Globalización para apoyar la recolocación de los 250 trabajadores despedidos por el sector del automóvil en la Comunitat.
Las medidas cofinanciadas por el Fondo europeo, que tiene una dotación anual de 150 millones de euros al año, se centran en asistir a los trabajadores a encontrar nuevos empleos mediante formación, orientación, promoción del emprendimiento y apoyo a iniciativas empresariales.
Tras el visto bueno de la Comisión de Presupuestos de la Eurocámara de la ayuda europea --tramitada a través de un informe elaborado por el eurodiputado del PP, Esteban González Pons-- se espera que los Gobiernos europeos aprueben en Consejo la ayuda el próximo 12 de diciembre y que el pleno de la Eurocámara haga lo propio el 14 de diciembre.
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