La Seguridad Social pagará la extra de julio de los pensionistas a través de un sistema mixto: por un lado, a través de un préstamo que aportará 5.986 millones de euros. Por otro, echando mano de 3.514 millones de euros del fondo de reserva. Así, el Gobierno podrá volver a cumplir con los compromisos adquiridos con los pensionistas recurriendo a 9.500 millones de recursos adicionales ya que las cotizaciones aún no son suficientes para sufragar los gastos.
Después de esta operación, la hucha de las pensiones (o fondo de reserva de la Seguridad Social) se quedará en 11.602 millones de euros, una cifra muy inferior a los 66.815 que llegaron a acumularse en 2011.
El préstamo total que ha solicitado la Seguridad Social es de 10.192 millones, no devenga en intereses y podrá cancelarse en 10 años a partir de 2018. La cifra ya está incluida en los Presupuestos de 2017, por lo que tras abonar la extra aún quedarán más de 4.000 millones para futuras necesidades.
En las cuentas públicas ya se dejaba claro que este préstamo era para atender "exclusivamente" las insuficiencias de financiación de las pensiones contributivas. La Seguridad Social también aplicará este año el régimen excepcional de disposición de activos del Fondo de Reserva, por lo que no resultará de aplicación el límite del 3% sobre el crédito inicial para pensiones.El Gobierno calcula que la Seguridad Social registrará este año un déficit del 1,4% del PIB y que éste irá reduciéndose progresivamente hasta alcanzar en 2019 el 1% del PIB.
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