El desempleo juvenil en España se ha situado en la última EPA en el 55%. Pero este desmesurado porcentaje de jóvenes parados no castiga a todos por igual, sino que está directamente relacionado con su nivel de formación.
La tasa de paro entre las personas con estudios superiores (bien sean de universidad o de ciclos formativos de FP de grado superior) es sensiblemente inferior a la media nacional del 26% y se sitúa en el 15%, y en concreto la de los universitarios es del 13,7%. Mientras que quienes completaron estudios de Secundaria segunda etapa (tanto FP grado medio como Bachillerato) tienen un nivel de desempleo de casi el 25%, quienes sólo llegaron hasta la primera etapa de Secundaria de casi el 32%, quienes tienen estudios primarios del 37,5% y los analfabetos del 54%.
El gran reto del empleo juvenil ha vuelto a abrir el debate sobre la conveniencia de aumentar el número de estudiantes de FP y sobre si en España sobran universitarios o no. Pero lo cierto es que atendiendo a los datos, el enemigo de la empleabilidad de nuestros jóvenes no parece ser qué tipo de estudios elijan, sino si llegan a tener la mayor cualificación que demanda el mercado.
La mayor parte del empleo que se ha destruido durante la crisis ha afectado a los trabajadores en una relación inversamente proporcional a su nivel de preparación.
Desde finales de 2008 a finales de 2012 el empleo entre los profesionales con estudios superiores se redujo sólo un 0,1% mientras que en quienes tienen estudios medios se recortó un 16,6%, entre quienes no terminaron los estudios medios un 17,4% y entre los que tienen estudios primarios un 43%, según un informe de Adecco y Barceló Asociados en base a la EPA. La media nacional de destrucción de empleo se situaba en el 15%.
Así, el problema principal parece ser el alto índice de fracaso escolar en España. El abandono escolar temprano se ha situado durante los años de la crisis entre el 25% y el 30%, muy por encima de la media de los países desarrollados. Aunque en 2013 se ha reducido 1,4 puntos hasta situarse en el 23,5%, son niveles de fracaso que un país supuestamente rico no puede permitirse.
Otro problema es la falta de una orientación adecuada y la escasez de información y de datos que ayuden a tomar a edades tempranas la decisión de qué estudios cursar. Y es que las estadísticas oficiales no distinguen entre el nivel de ocupación de profesionales con FP o estudios universitarios. Solamente lo hacen atendiendo al nivel de formación. En los estudios superiores entran tanto quienes estudian en la universidad como quienes siguen los ciclos de FP superior. En las enseñanzas medias se incluye tanto el Bachillerato como quienes siguen estudios de FP grado medio.
La secretaria de Estado de Educación, Monserrat Gomendio, ha reconocido en público que el sistema educativo de nuestro país no señala a los jóvenes las posibilidades más indicadas para su inserción en el mercado laboral y su departamento se ha propuesto trabajar en este sentido ofreciendo mayor información que sirva para orientar a nuestros jóvenes de forma más correcta.
No obstante, España no presenta un nivel de estudiantes universitarios excesivo, sino que se sitúa en los índices del resto de países desarrollados. Además, la oferta de empleo parece seguir siendo mayoritariamente para los titulados universitarios: según datos de Adecco aproximadamente el 60% de las ofertas se dirigen a ellos, frente al 20% que solicita candidatos con FP. Y los investigadores del IVIE, Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, señalan que en la crisis se han destruido 192.000 puestos de trabajo de titulados de FP y se han creado 280.000 para graduados universitarios.
Los salarios también son mayores entre los universitarios, sobre todo a a media que va aumentando la experiencia laboral y la edad de los trabajadores, según un estudio Impacto de la formación en la retribuciones, elaborado por la consultora de recursos humanos ICSA Group y La Salle Universities.Los jóvenes con estudios de posgrado cobran un 10% más
Los jóvenes con estudios de posgrado cobran un 10% más que los licenciados, un 22% más que los diplomados y un 57% más que los titulados en Formación Profesional. Los posgraduados alcanzan una remuneración anual media de unos 27.700 euros brutos, mientras que los licenciados llegan a los 25.100, los diplomados se sitúan en 22.700, en 19.900 los de FP superior y en 17.600 euros los de FP I y II.
De esta forma, la universidad no parece ser la enemiga del empleo ni de la FP, sino que los principales problemas son, por un lado, el fracaso escolar que la FP puede ayudar a corregir; y por otro lado, la distancia entre sistema educativo y empresas, la falta de conexión entre las ramas que ofrecen los centros educativos, tanto de Formación Profesional como de universidad, con las necesidades del tejido productivo. Precisamente, la FP Dual va dirigida en este doble sentido: por un lado hacerla más conectada a las demandas de las empresas y por otro que sea más atractiva para los jóvenes y sus familias.
Las carreras universitarias más demandadas por las empresas, según informes de Randstad y Adecco, son Ingeniería Industrial y Administración y Dirección de Empresas (ADE), seguidas de Ingeniería Informática, Farmacia, Química, Derecho, Economía y Medicina. Y la necesidad de titulados en el ámbito tecnológico no ha dejado de crecer en los últimos seis años a pesar de la crisis según estas fuentes. Es decir, en general los estudios relacionados con las ciencias, la salud, las ingenierías y disciplinas técnicas y las del ámbito empresarial, económico y jurídico.Fabricación Mecánica, Electricidad y Electrónica lideran en FP
Mientras que las remas de FP más demandadas según un informe de Adecco son las familias profesionales de Fabricación Mecánica, Electricidad y Electrónica, Administración, Hostelería y Turismo, Informática, Mantenimiento y Servicios, Sanidad, Mantenimiento de Vehículos y Química. En general, las relacionadas con algunas industrias, tecnología, empresariales, salud y turismo. Como puede comprobarse, existen bastantes coincidencias con los estudios universitarios más solicitados en el mercado.
Aunque hay algunas necesidades que la FP contribuye a responder mejor, los expertos en tendencias también señalan que el futuro mercado laboral, basado en el conocimiento y los servicios más que en la mano de obra intensiva, requerirá perfiles muy cualificados, sobre todo en tecnología, disciplinas técnicas y ciencias. No obstante, hay quienes destacan que sin embargo el mercado también va a requerir en el futuro especialistas con estudios medios, a lo que respondería mejor la Formación Profesional.
Así las cosas, lo que parece necesario es trabajadores con el mayor nivel de formación posible, un mayor equilibrio entre quienes adquieren esa cualificación en la FP y quienes lo hacen en la Universidad, pero sobre todo conectar el sistema educativo a la realidad empresarial y atacar por todos los medios el fracaso escolar de nuestro país. Los menos formados suponen una bolsa de desempleados que va a tener muy difícil su regreso al mercado laboral aunque éste consolide su incipiente recuperación y puede pasar a formar parte de lo que se ha dado en llamar la generación perdida.
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