LOS EXAMINADORES DE TRÁFICO VUELVEN A PROTESTAR HOY ANTE LA DGT

- Ya lo hicieron en 2015, cuando mantuvieron 32 días de huelga. El comité de huelga de examinadores de tráfico ha convocado para este martes una concentración ante la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT), en Madrid, que se añade a los paros que este colectivo viene realizando los lunes, martes y miércoles desde el pasado 2 de junio en demanda de una mejora de sus condiciones laborales.
Esta acción se producirá después de que un centenar de examinadores de tráfico se concentraran el 21 de octubre de 2015 ante la sede de la DGT para reivindicar un aumento salarial, menos carga de trabajo y que los resultados del examen no se dieran al alumno al final de la prueba para evitar que sean agredidos. Los examinadores desconvocaron la huelga después de 32 días de paros.
La Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), impulsora de las actuales movilizaciones, señaló en un comunicado que recibe “muchos” correos electrónicos de apoyo a sus reivindicaciones, pero también otros que reclaman el fin de la huelga “por el daño que se está haciendo”.
“Los examinadores no somos insensibles ni estamos al margen del sufrimiento y el padecimiento por el que están pasando alumnos, profesores de formación vial y empresas del sector y, por ello, estamos muy preocupados”, añadió.
Asextra indicó al director general de Tráfico, Gregorio Serrano, que no debe “cerrar los ojos” ante “el caos organizado y los gravísimos problemas que se están generando a la población”. “’Resistir’, que es el lema que su equipo directivo ha transmitido al sector de autoescuelas, ya no cabe, hay que buscar soluciones urgentemente. La DGT lleva años en un descontrol perpetuo”, apuntó.
Los examinadores instaron a Serrano a que les llame para “proponer una solución”, aunque desde la DGT aseguran que en la última reunión mantenida entre ambas partes, el comité de huelga trasladó a la dirección de Tráfico que nos les llamara salvo para subirles el sueldo.
100 EXAMINADORES MÁS
Serrano entregó la semana pasada a los parlamentarios de la Comisión sobre Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso de los Diputados un dosier con documentos para explicar la situación de la huelga de los examinadores de tráfico.
Uno de ellos es el calendario de incorporción de nuevos examinadores de tráfico, de manera que la plantilla pasaría de los actuales 774 funcionarios a entre 863 y 888 el 1 de diciembre de 2018, es decir, alrededor de 100 más que ahora.
Serrano recalcó que entre abril y junio se realizó un curso entre personal de la DGT y de Correos con el que el pasado 3 de julio se incorporaron 18 nuevos examinadores. El próximo 7 de diciembre se prevén 20 nuevos examinadores de entre personal de la DGT y de Correos, el 1 de abril de 2018 se añadirán 32 a través de personal militar y de Tráfico, el 1 de julio de 2018 habrá otros 70 de personal de nuevo ingreso y el 1 de diciembre de 2018 otros 32.
Entonces, la plantilla sumaría 928 examinadores, a los que habría que restar entre 20 y 35 jubilados en 2017 y entre 20 y 30 previstos para el próximo año, de manera que la cifra real oscilaría entre 863 y 888 examinadores.
AUTOESCUELAS
Por otro lado, el presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), José Miguel Báez, subrayó ayer en un comunicado que “la pasividad de la Administración está condenando a decenas de miles de ciudadanos a no sacarse el permiso de conducir cuando tenían previsto” y consideró “inconcebible que el Gobierno haya decidido esperar a que la huelga de los examinadores se agote por sí sola”.
"Tal actitud traslada el coste social y económico de la huelga a los ciudadanos y a los centros de formación vial. Los primeros no pueden obtener un permiso al que tienen derecho y los segundos se arruinan, mientras la DGT y los examinadores mantienen su particular pulso. Están desapareciendo autoescuelas ante la indiferencia de la Administración”, afirmó.
Respecto del incremento del centenar de examinadores para finales de 2018, Báez recalcó que “las previsiones de Gregorio Serrano tienen un inconveniente: muy pocos de esos examinadores van a incorporarse a dicha plantilla antes de que acabe el año y apenas servirán para cubrir las bajas por jubilación que se produzcan a lo largo del presente ejercicio”.

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