Los representantes sindicales de UGT, CIG y CC.OO. en el sector del transporte han acusado a la Xunta de "demonizar" los piquetes en la huelga de autobuses y han negado que exista una "pinza" con la patronal para presionar a la Administración mediante el incumplimiento de los servicios mínimos.
Además, creen que los centros escolares debían haber informado a los padres sobre la huelga --había decretados servicios mínimos del 100%, pero su incumplimiento supuso afectar a 67.000 alumnos el martes y unos 57.000 este miércoles--.
No descartan, asimismo, ampliar a indefinida la convocatoria de paros, actualmente para los martes y miércoles hasta que no se resuelva el conflicto.
Ya desde este martes, los sindicatos valoraron el "éxito" en el seguimiento de la huelga, y lo atribuyeron al malestar de los trabajadores.
"RETOMAR LAS NEGOCIACIONES"
En rueda de prensa este miércoles, el portavoz de la CIG, Xesús Pastoriza, ha acusado a la Xunta de estar "demonizando" a los piquetes, al negar la existencia de incidencias.
Mientras, ha lamentado "no tener noticias" de la Consellería de Infraestruturas para retomar las negociaciones, al tiempo que ha culpado al departamento autonómico de la ruptura de las mismas. En este sentido, ha dicho que fue quien rompió las conversaciones "desconvocando una reunión pactada entre las tres partes".
En similares términos se ha pronunciado el representante de UGT, Miguel Reboiras, quien ha asegurado que se trata de una "huelga limpia", en alusión a las jornadas de paro del martes y de este miércoles. Como su compañero de la CIG, ha criticado que la consellería no haya "movido ficha" para convocar a las partes a una reunión.
En una comparecencia coincidente en el tiempo con las declaraciones que ha realizado la titular de Infraestruturas en el Parlamento de Galicia, las tres centrales han instado a la conselleira Ethel Vázquez, a "recapacitar" y negociar a "tres bandas" un plan de transporte público "consensuado".
PÉRDIDA DE EMPLEOS
Al respecto, han vuelto a asegurar que el actual plan de la Xunta supondría la pérdida de 1.000 empleos, de un total de unos 7.000, mientras que han responsabilizado a la Administración autonómica de que, finalmente, la huelga de dos días en el sector se haya llevado a cabo.
De ella, han dicho que el seguimiento es "total", mientras que han negado una "pinza" entre patronal y sindicatos para no cumplir con los servicios mínimos.
Del plan de la Xunta, ha expuesto que supone "un atentado contra los trabajadores y las pequeñas empresas, que se verán abocadas al cierre". Marcos Pérez, de CC.OO., ha advertido, en alusión a la posible convocatoria de una huelga indefinida, que los trabajadores "no van a tolerar ni soportar lo que se pretende hacer". "Esto no es una huelga testimonial", ha apostillado Xesús Pastoriza.
Con todo, ha afirmado que la representación sindical tiene "la mano tendida" para retomar el diálogo. "Hay que consensuar con todos el plan", ha recalcado. Por otra parte, tanto él como los demás responsables sindicales han afirmado que existen "mecanismos legales" para que empresas que han renunciado a determinadas líneas puedan continuar.
"Se podría dar la concesión a otras empresas y en dos años trabajar para sacar un nuevo plan", ha dicho a este respecto Pérez. A estas demandas han sumado también su reclamación a la patronal para que se negocien los convenios colectivos. Como ejemplo, han expuesto el caso de Pontevedra, donde han dicho que está sin negociar desde 2011.
En relación a las quejas de usuarios, han lamentado las consecuencias de los paros, pero aseguraron que en estaciones de autobuses como la de A Coruña retiraban los carteles una vez que los colocaban los trabajadores. También han delegado la responsabilidad en los centros escolares de informar a los padres sobre la convocatoria de la huelga.
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