El gremio venezolano del transporte inició este lunes un paro en 18 de 24 estados del país debido a la falta de repuestos, en medio de una escasez que afecta varios sectores de la economía, especialmente los de alimentos y medicinas.
"Efectivamente 18 estados han acatado la aprobación que se hizo en la asamblea (...) para protestar a consecuencia de que no hay cauchos (llantas), tenemos más de 40% de las unidades paralizadas y no tenemos repuestos", dijo el presidente de la Federación Nacional de Transporte, Erick Zuleta, a la televisora Globovisión.
Venezuela atraviesa una severa crisis de desabastecimiento agravada por la caída del precio del petróleo, que provee 96% de las divisas con las que el país importa todo tipo de bienes como repuestos y autopartes para vehículos.
Aunque Zuleta no precisó si continuarán en paro este martes, indicó que esperan "el llamado del gobierno nacional para solventar la situación".
"Si no nos llaman, nosotros buscaremos cómo hacemos para que el gobierno por obligación atienda a los trabajadores a nivel nacional", añadió.
Por su parte, Daniel Aponte, jefe de gobierno del Distrito Capital, aseguró que el llamado a paro recibió "total rechazo de la población y de los transportistas", dado que los choferes de Caracas mantuvieron sus operaciones.
Sin embargo, Zuleta aseguró que los conductores de la capital no se sumaron al paro porque el gobierno del presidente Nicolás Maduro "les prometió cauchos en una semana".
Según el dirigente, el gobierno informó a los conductores que "van a subir 1.000% el gasoil y un 300% la gasolina y los combustibles, sin darle medidas compensatorias a ninguno de los trabajadores del país".
El paro de transporte se suma a las protestas por falta de alimentos, medicinas, agua y luz que se registran a diario en todo el país, en medio de las cuales han muerto al menos dos personas en la última semana.
Maduro atribuye el desabastecimiento a una "guerra económica" del sector privado para desestabilizarlo, mientras los empresarios reclaman al gobierno la entrega de divisas para cancelar deudas con proveedores internacionales y restablecer las importaciones.
Además de la escasez, Venezuela tiene la inflación más alta del mundo: 180,9% en 2015 (oficial) y un pronóstico de 700% para este año, según el FMI.
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