Merkel se aferra a la austeridad frente huelgas y disenso por presupuestos UE

  • La canciller alemana, Angela Merkel, se aferra a la vía de la austeridad, en una jornada de huelgas en toda Europa contra los recortes y en medio del disenso entre los socios de la UE por los presupuestos comunitarios en que Berlín defiende también la contención del gasto.

Gemma Casadevall

Berlín, 14 nov.- La canciller alemana, Angela Merkel, se aferra a la vía de la austeridad, en una jornada de huelgas en toda Europa contra los recortes y en medio del disenso entre los socios de la UE por los presupuestos comunitarios en que Berlín defiende también la contención del gasto.

"El derecho a la huelga se da por consabido" en democracia, recordó la canciller en una comparecencia con el primer ministro polaco, Donald Tusk, de visita en Berlín en una semana plagada de cumbres bilaterales, tanto para la canciller como para su visitante.

Ello no quita, añadió Merkel, que la obligación de los gobiernos sea "hacer lo debido" para atajar la persistente crisis de la deuda en la zona euro, lo que implica aplicar "duras medidas y recortes" al gasto público.

El encuentro con los medios al término de las consultas bilaterales quedó limitado a dos preguntas para cada bando, el polaco y el alemán, algo inusual para una cita a la que Tusk acudía acompañado de medio gobierno.

Sin embargo, quedaron patentes las diferencias entre ambos líderes en lo que se refiere a la prioridad que Merkel da a la palabra austeridad, frente a las advertencias de algunos de sus socios sobre los riesgos de aplicar políticas demasiados restrictivas.

La cita germano-polaca coincidía no sólo con la jornada de protestas en toda Europa -especialmente en los países más castigados por la crisis, como España, Portugal y Grecia-, sino también con la división interna en la UE acerca de los presupuestos comunitarios.

Merkel se mostró convencida de que se logrará un consenso y hasta dispuesta al compromiso para lograrlo, aunque sin dejar de poner énfasis en la necesidad de no apartarse de la vía de la austeridad.

El primer ministro polaco expresó su comprensión hacia la postura alemana -"en tanto que es el primer contribuyente neto" de la UE, destacó-, pero destacando la necesidad de impulsar el crecimiento y de encontrar un equilibrio entre ese objetivo y el recorte del gasto público.

"Europa necesita un compromiso rápido y razonable" sobre los presupuestos, dijo Tusk, para subrayar que compartía con la canciller su convicción de que los veintisiete lograrán encontrar la vía del consenso, pero advirtiendo que ello no será fácil y que precisará de concesiones por parte de todos.

La búsqueda de un consenso alrededor de los presupuestos para el periodo 2014-2020 centrará la próxima semana la cumbre de la UE, que se apuntaba ya compleja y que ayer subió de enteros al fracasar las negociaciones sobre las cuentas para 2013 en el plazo establecido.

El Parlamento Europeo y los veintisiete no lograron resolver sus diferencias para el año entrante: los gobiernos ponen un límite de 132.700 millones de euros al gasto público, mientras la Eurocámara exige al menos 7.000 millones de euros adicionales para evitar impagos en 2012.

Esta situación complica aún más la búsqueda del consenso para el periodo 2014-2020, lo que debería definirse en la próxima cumbre de la UE, enmarcada en el rechazo de varios países, como Alemania, contrarios a aumentar la dotación de los países y partidarios de congelar el presupuesto.

Merkel esquivó la pregunta de con qué líder sentía más cercanía, si con el británico David Cameron -defensor de no ampliar la dotación, con quien se reunió la semana pasada-, o con Tusk, que reclama lo contrario.

"No tengo por costumbre este tipo de comparaciones", dijo la canciller, con una sonrisa poco convincente.

La semana de Merkel empezó el lunes con una complicada visita a Lisboa, marcada por las protestas ciudadanas y la difusión de una carta firmada por un centenar de intelectuales y artistas portugueses declarándola "persona no grata" y acusándola de intromisión en la política de su país.

Fue un escenario parecido al vivido por Merkel en su visita del pasado octubre a Atenas, a lo que Berlín respondió reiterando su respeto al derecho democrático a manifestarse.

A la reunión de hoy con Tusk seguirán mañana otras dos citas centradas en la zona euro: primero con el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, y a continuación con su homólogo holandés, Mark Rutte.

Mientras Merkel y Tusk hacían su breve comparecencia en Cancillería ante los medios, ante la emblemática Puerta de Brandeburgo un par de centenares de manifestantes se sumaron hoy al acto de solidaridad convocado por la Confederación Alemana de Sindicatos, DGB.

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