Los ajustes sobre las pensiones fracasan en su intento de contener el gasto

La decisión del Gobierno de no actualizar las pensiones según el IPC y de aprobar una subida generalizada del 1% (del 2% para las pensiones de menos de 1.000 euros) con el objetivo de facilitar la reducción del déficit no está logrando contener la subida de la factura de las pensiones.

Sólo han pasado tres meses de 2013 y la tendencia del gasto en pensiones ya anuncia que al Gobierno no le quedará otro remedio que volver a tirar de la hucha de las pensiones, el denominado Fondo de Reserva, para evitar que esa desviación arruine los esfuerzos por contener el gasto público.

Habrá que esperar, no obstante, al efecto que tienen sobre el gasto las medidas aprobadas recientemente en el Consejo de Ministros y que endurecen el acceso a la jubilación anticipada.

Según los datos publicados hoy por la Seguridad Social, el coste de las pensiones se incrementó un 4,8% hasta marzo, lo que supone un ritmo aún más acelerado que el 4,4% que se registraba hace un año y que desembocó en un desfase de 10.000 millones de euros (un punto de PIB) entre los ingresos y los gastos en del sistema público de protección social el año pasado.

La factura mensual que el pago de las más de nueve millones de pensiones que hay en España pasó a la Seguridad Social se elevó a 7.687 millones, frente a los 7.333 millones registrados hace un año.

El asunto tiene dos vertientes. Por un lado, obliga a las arcas públicas a un sobreesfuerzo para atender la cada vez más costosa factura de sostener el sistema público de protección social.

Por otra, supone una mejora sensible en las condiciones económicas de los pensionistas españoles.

Por ejemplo, cada español al que le llegaba el momento de jubilarse percibía hace apenas un año una pension media de 940 euros, hoy ese nivel medio de prestación ha mejorado hasta 974 euros, 34 euros en sólo un año.

Algo similar ocurre con la incapacidad permanente (de 885 a 904 euros), la viudedad (de 600 a 616) y la orfandad (de 367 a 371).

En marzo, el número de pensiones contributivas de la Seguridad Social superaba los 9 millones, con un crecimiento del 1,5% sobre igual mes de 2012, y de ellas más de 5,4 millones eran pensiones de jubilación.