La dirección presentó encontes un plan de reestructuración que ponía en peligro 2.900 puestos de trabajo, lo que desencadenó una protesta con más de 2.000 asistentes en las instalaciones de la firma en Roissy. El enfado de los trabajadores desencadenó en un conato de agresión a dos directivos.
Un tribunal correccional de Bobigny --en el norte de Francia-- ha condenado este miércoles a tres de los acusados por estos hechos con penas de entre tres y cuatro meses de cárcel, aunque no tendrán que entrar en prisión. Otros dos extrabajadores han sido absueltos, mientras que se han dictado sendas multas de 500 euros para diez personas más.
Las penas son ligeramente menores a las solicitadas por la Fiscalía --reclamaba entre dos y cuatro meses para los cinco principales acusados--, pero Air France se ha dado por satisfecha en la medida en que espera ahora "pasar página", en palabras del abogado Baudouin de Moucheron.
"El reconocimiento de la culpabilidad de los acusados era lo que esperaba Air France y es lo que importa", ha explicado a la emisora France Info. "La imagen de la compañía se ha visto dañada", ha lamentado.
Los sindicatos, por su parte, reclamaban la absolución total de los acusados. Un representante de la Confederación General del Trabajo (CGT), Miguel Fortea, ha advertido de que los cinco empleados despedidos no tienen ahora trabajo.
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