Se han desarrollado una treintena de acciones distribuidas en ocho grandes líneas estratégicas para conseguir esta cifra y se espera que en 2030 sea del 35%, además se pretende rebajar las emisiones del 30% y de un 21% del consumo energético del ámbito municipal, según ha informado el consistorio en un comunicado.
Las ocho grandes líneas son gestión inteligente de la energía en los edificios, mejora del iluminado público, impulso del transporte público, fomento de la movilidad motorizada, producción local de energía de origen renovable, optimización de la recogida de los residuos, mejora del ciclo del agua y difusión de buenas prácticas ambientales.
En este sentido, se quiere renovar el 40% de la flota de autobuses, incorporando vehículos híbridos; adquirir electricidad renovable certificada al 100%; instalar tecnología LED en el alumbrado público y la ampliación de la red de carriles de bicicleta, entre otras medidas.
La mayor prioridad, tal como ha marcado la administración local es la mejora de la eficiencia y el ahorro energético de las dependencias municipales y el fomento del transporte público con vehículos más eficientes que minimicen la emisión de dióxido de carbono.
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