Según ha informado el Ayuntamiento en una nota, entre las actuaciones que la Gerencia lleva a cabo en materia de alumbrado público para el adecuado funcionamiento de este servicio, se incluye el mantenimiento y la renovación o adaptación de aquellos elementos de las instalaciones existentes, "necesarios para garantizar la prestación de este servicio fundamental en las mejores condiciones".
En este contexto, a la necesaria reposición de los elementos en "mal estado", se añade la sustitución de aquellos cuya vida útil ha concluido, por otros de "mayor rendimiento" lumínico con "menor consumo" eléctrico. Éste es el caso de las nuevas luminarias que Urbanismo ha terminado de colocar en diversas calles de la barriada de Torreblanca.
En este sector de la ciudad, se han renovado un total de 121 puntos de luz, en una operación que abarca dos zonas de la barriada y que ha afectado a un total de 24 calles, entre las que destaca la calle Torremegía, donde se han sustituido 33 puntos de luz. La delegada del Distrito Este-Alcosa-Torreblanca, Adela Castaño, ha destacado la "apuesta del gobierno municipal por este barrio, también en temas de eficiencia energética y de mejora en la calidad de la luminaria".
El resto de viarios en los que se ha mejorado la iluminación son Torresandino, Torre Orgaz, Torrequebradilla, Torrescarcela, Torre Baja, Torre del Valle, Estaca de Bares, Somosierra, Belchite, Brunete, Veleta, Sacratif, Santa Pola, Machichaco, Almanzor, Trafalgar, Creus, Virgen de la Piedad, Bagur, Peñas, Salou, Cervera y Virgen de la Capilla.
Las luminarias instaladas son de tecnología LED, frente a las anteriores con lámparas de vapor de sodio, que se encontraban "agotadas". Este sistema permite una reducción significativa del consumo eléctrico, puesto que la potencia de las nuevas luminarias oscila entre 35 y 46 vatios, frente a los 115 y 170 de las anteriores, lo que supone un ahorro en la potencia de 13.770 watios y en el consumo de 13.500 euros al año.
El rendimiento lumínico que ofrecen estas lámparas también es "sensiblemente superior" al que ofrecían las anteriores, mejorando así la uniformidad, al igual que la calidad de la luz que se emite, más cálida y mejor percibida, por lo que se genera también mayor sensación de seguridad.
MENOS DIÓXIDO DE CARBONO
Asimismo, esta técnica evita la emisión de flujo luminoso al hemisferio superior, lo que permite una mejor percepción del cielo nocturno. En concreto, la reducción de emisiones dióxido de carbono a la atmósfera es de 23 Tm por año. La actuación ha tenido un coste estimado de 160.000 euros, y se ha realizado con cargo al presupuesto del contrato de conservación y mantenimiento del alumbrado público de la ciudad.
En el marco de estas actuaciones de conservación, Urbanismo repone de forma continuada las lámparas de la red de alumbrado público de la ciudad que lo requieren, compuesta por unas 76.000 lámparas, completándose el ciclo cada cinco años aproximadamente.
Con operaciones de este tipo, no sólo se garantiza la modernización y el adecuado funcionamiento del alumbrado público en Sevilla, sino que se adapta éste a las nuevas exigencias lumínicas y de eficiencia y ahorro energético, según valora el Ayuntamiento.
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