El Principado no registró este verano ningún caso de picores de bañistas generalizado en las playas asturianas

El Principado no registró este verano ningún caso de picores de bañistas generalizado en las playas asturianas
El Principado no registró este verano ningún caso de picores de bañistas generalizado en las playas asturianas
EUROPA PRESS
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El Gobierno del Principado no ha tenido constancia a lo largo del verano de ninguna notificación en el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección General de Salud Pública de ningún cúmulo de casos de lo que técnicamente se denominan 'dermatosis marinas' en ninguna playa de Asturias.

Así lo indica el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, al diputado de IU, Ovidio Zapico en una respuesta parlamentaria sobre un episodio concreto de unos sufistas que sufrieron picores el pasado 4 de agosto en la playa de Rodiles, en el concejo de Villaviciosa.

Desde el Principado señalan que en este tipo de episodios, los afectados suelen acudir a los servicios de Salvamento en las playas, que no dependen del Gobierno asturiano, sino de los ayuntamientos.

Son los socorristas, los que llegado el caso y si la afectación es importante "derivan al paciente a los servicios sanitarios correspondientes", señala Del Busto en la mencionada respuesta, a la que ha tenido acceso Europa Press.

"Son también los responsables de que, en caso de detectar un cúmulo de casos, y tras hacer una valoración de riesgos, pueden adoptar medidas de limitar o prohibir el baño en playas afectadas", añade.

Existen "múltiples causas" que pueden dar lugar a dermatosis marinas, señala el consejero. Muchas de ellas tienen que ver con el contacto con animales y plantas marinas. En ninguna de las causas se refiere el consejero a la contaminación como causa.

Así, menciona las picaduras de celentéreos, que incluyen medusas, anémolas y corales; la llamada 'erupción del bañista' que se debe al contacto con diminutas larvas de medusa y que puede persistir dos semanas; la mordedura o inyección de toxinas de esponjas de mar, gusanos marinos, erizos y algunos peces con espinas; y algunas microalgas que pueden producir dermatitis por contacto.

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