El vertido, según los ecologistas, era "claramente apreciable el martes día 11 en las inmediaciones del molino Hundido", procedente probablemente del arroyo Salado. Para "Salvemos el Guadaíra", este nuevo episodio de contaminación "vuelve a confirmar que este río continúa siendo utilizado como cloaca con todas las consecuencias medioambientales que acarrea".
"Esta nefasta situación vuelve a contrastar con la posición que mantienen la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que con el silencio cómplice de los Ayuntamientos de las localidades de la cuenca mantienen que el Guadaíra está recuperado", avisan los ecologistas.
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