El mosquito tigre, el insecto que llegó a España para quedarse

    • Se detectó por primera vez en nuestro país en 2004. Una década después, ha colonizado prácticamente toda la costa catalana, Valencia y Baleares.
    • Los expertos advierten de que puede transmitir enfermedades como el dengue o la fiebre amarilla. En ningún lugar se ha conseguido erradicar y su expansión sigue en aumento.
El mosquito tigre cumple una década en Catalunya y ya ocupa más de 300 municipios
El mosquito tigre cumple una década en Catalunya y ya ocupa más de 300 municipios
L.I.

Llegó hace 14 a nuestro país, concretamente a la zona de Sant Cugat del Vallés (Barcelona) y ya se ha convertido en un "vecino" habitual cuando se acercan estas fechas. Aunque no por ello menos peligroso. El mosquito tigre se ha extendido ya por un tercio de la superficie de Cataluña, y también por la cuenca del Mediterráneo, por zonas de Valencia o Baleares.

El mosquito prosigue con su tendencia colonizadora, y aunque prefiere la costa, se han detectado ya nuevos focos en el interior. Los expertos advierten que su expansión resulta imprevisible y es dificil hacer modelos predictivos de qué puede suceder. Pero todo parece indicar que este mosquito llegó hace¿Cómo es esta especie de mosquito?

El mosquito tigre, cuyo nombre científico es Aedes Albopictus, se caracteriza por su color negro con manchas blancas en el tórax y abdomen y sus patas rayadas. Puede tener una longitud de hasta 10 mm. Este mosquito está incluido en la lista de cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, que elabora la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

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Además, su vuelo es lento y próximo al suelo, con lo que hace que resulte más difícil ser detectado.¿Cómo se alimenta?

El mosquito utiliza unos pequeños filamentos para detectar dióxido de carbono procedente de animales o personas. En las picaduras, inyecta una sustancia anticoagulante, que le permite extraer la sangre. Son las hembras de la especie las que pican, como ocurre en el resto de mosquitos, ya que precisa las proteínas de nuestra sangre para la maduración de sus huevos. Los machos, al contrario, se alimentan de néctar.

Les sirve la sangre de cualquier mamífero, aunque prefieren la humana, ya que la extracción es más sencilla.¿De dónde procede?

Esta especie es originaria del sudeste asiático, aunque desde los años ochenta se ha extendido por prácticamente todos los continentes, debido a la evolución de los medios de transporte.

Su hábitat son las aguas estancadas, y a través de ellas se disemina de unos lugares a otros. Sus huevos son altamente resistentes. En España se detectó por primera vez en la zona del Baix Llobregat, en el verano de 2004, y actualmente se ha extendido por todo el Mediterráneo y Baleares.

El mosquito se está expandiendo por todo el Planeta, con una tendencia en progresión. El principal motivo es que se trata de una especie muy adaptable, y jamás se ha logrado erradicar.

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En verano se produce la mayor expansión de esta especie, ya que despiertan los adultos que han estado en letargo y con la subida de las temperaturas, se produce la eclosión de los huevos que han resistido al frío del invierno.

El cambio climático está permitiendo la implantación de este mosquito en distintos hábitats, cada vez más propicios para ellos. Los medios de transporte son también uno de sus lugares favoritos para trasladarse de un lugar a otro. De hecho, se cree que su entrada en Europa se produjo a través de un cargamento de neumáticos.¿Es peligroso?

Los expertos afirman que el mosquito tigre puede llegar a ser vector de transmisión de numerosas enfermedades tropicales emergentes, como el dengue, la fiebre amarilla y, con menos probabilidades, el virus del Nilo.

Hay varios precedentes de enfermedades diseminadas por esta especie, como en 2007, en Italia, cuando se produjo un brote de fiebre chikungunya, propia de lugares tropicales y que provoca una fuerte artritis, y que fue transmitida por el mosquito tigre. Más de 300 personas resultaron afectadas.

En 2010, en Grecia, provocaron varias muertes por propagación del virus del Nilo Occidental.

Por el momento, en España no se ha detectado ningun caso de transmisión a través de esta especie, pero aún así, su picadura resulta mucho más molesta que la del mosquito común.¿Cómo se combate?

La lucha contra esta especie se centra en matar las larvas en espacios públicos, como sumideros, donde se produce acumulación de agua, uno de sus hábitats favoritos.

El problema es que entre el 60 y el 80% de los espacios donde se reproduce son de propiedad privada, lo que complica la actuación de los Servicios de Control de las diferentes administraciones. Es por ello que se pide la colaboración ciudadana para tratar de reducir su expansión. El año pasado, por ejemplo, el proyecto Atrapa el Tigre, llevado a cabo en Girona, permitió a alumnos de secundaria comunicar avistamientos de estos mosquitos, a través de una aplicación de Android.

Los expertos consideran que es fundamental diseñar un buen mapa de su distribución para analizar el proceso de dispersión de la especie.¿Se puede evitar que el mosquito críe?

Sí, y los principales consejos son evitar la acumulación de agua, sobre todo en macetas, fuentes o bebederos. Es decir, cualquier lugar en nuestra casa en la que se pueda estancar agua podría ser lugar de cría de esta especie.

Aunque es una especie de exteriores, su gran capacidad de adaptación hace que, en los últimos años, haya "acampado" también en interiores.¿Cómo evitar su picadura?

Los consejos son los mismos que para el mosquito común. Los habituales repelentes de insectos funcionan también con este tipo de mosquito. Una vez que nos pica, podemos utilizar calmantes con amoniaco, para el dolor y picor. Además, se recomienda evitar los perfumes, ya que el olor puede atraerlos, y los olores fuertes, emplear mosquiteras, cubrir la piel, etc.¿Cuántas pérdidas provoca?

El Ministerio de Medio Ambiente elaboró el año pasado un catálogo con 53 nuevas especies invasoras, entre ellas este tipo de mosquito. Sus efectos eran devastadores. Estas especies, como el mejillón cebra o las avispas asiáticas, provocaban 12.000 millones de euros de pérdidas anuales, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.

El mosquito puede suponer un problema sobre todo para las zonas más turísticas.

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