EEUU recibe a líderes del Caribe y Centroamérica para impulsar energías limpias

Líderes de Centroamérica y el Caribe se reunirán este miércoles en Washington en una cumbre organizada por el vicepresidente estadounidense Joe Biden, una iniciativa para impulsar fuentes de energía propias y limpias en la región, alternativa a la alicaída influencia de Venezuela.

Durante el evento, el Departamento de Estado presentará una guía que sugiere maneras de mejorar la infraestructura y las políticas energéticas, y ampliar la coordinación entre los países que integran las dos subregiones, históricamente asediadas por los vaivenes de los precios petroleros.

"La meta es cambiar la conversación de 'dónde conseguimos el petróleo y cuánto costará' al punto en que esa ya no sea la pregunta central (...) y cada país pueda encontrar su propia mezcla de recursos energéticos que lo haga menos vulnerable a los mercados petroleros", dijo una funcionaria de la cancillería estadounidense.

El incremento de los precios de los combustibles en la última década aumentó la presión en muchos países de Centroamérica y el Caribe -quizás solo con la excepción de la petrolera Trinidad y Tobago- para hallar fuentes alternativas de energía.

Pero la cumbre deberá probar que aun con el desplome de los precios, la región puede dar el salto hacia una mayor independencia energética.

Muchos países "recibieron el mensaje de que, aunque los precios del petróleo suban y bajen, ahora es el momento de avanzar en tratar de diversificar las fuentes de energía y adoptar energías renovables limpias", dijo otro funcionario del Departamento.

"Una de las cosas importantes es atraer las inversiones directas" para esos proyectos, agregó.

En ese sentido los 15 países de la Comunidad del Caribe (Caricom) lanzarán una nueva plataforma regional (C-SERMS) para coordinar el financiamiento a proyectos de energía limpia.

Una docena de jefes de gobierno y presidentes -incluyendo los mandatarios de El Salvador, Guatemala y Honduras-, vicepresidentes y otros funcionarios acudirán a la cumbre, que tendrá lugar en la sede del Departamento de Estado.

Cuba, en pleno proceso de acercamiento diplomático con Estados Unidos, fue invitada, pero no había confirmado la asistencia de un representante, dijeron fuentes estadounidenses.

Además de reuniones con Biden -cuasi embajador del presidente Barack Obama para el hemisferio-, los líderes tendrán también encuentros a puertas cerradas con empresas del sector y organismos financieros internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo, representado por su presidente, el colombiano Luis Alberto Moreno.

La cumbre será un "intercambio sustantivo" para analizar maneras "individuales y colectivas para avanzar en la seguridad energética regional", dijo otra fuente diplomática estadounidense.

En otra reunión durante la jornada, los líderes discutirán un amplio catálogo de temas de seguridad en la región como el narcotráfico, fortalecimiento fronterizo y lucha contra el "terrorismo".

Funcionarios estadounidenses señalan que el encuentro de alto nivel tiene su origen en el plan "Conectando las Américas 2022", lanzado en la Cumbre de las Américas de 2012 y que pretende alcanzar la interconectividad eléctrica en el continente en diez años, con desarrollo de energías renovables y mayor cooperación regional.

Reunidos en Washington en enero de 2015, 17 países caribeños y centroamericanos acordaron reformas en la regulación energética.

Pero de telón de fondo de las discusiones este martes también estará el futuro de Venezuela, en la medida en que la potencia petrolera se sumerge en una crisis económica y reduce sus suministros preferenciales de crudo al Caribe y Centroamérica.

"Será un trasfondo de la cumbre, aunque hay otros", dijo un funcionario norteamericano.

Petrocaribe, un programa de la estatal venezolana PDVSA, ofrece a 17 países del Caribe y Centroamérica ventajas de pago por el crudo cuando los precios eran altos; pero las condiciones se deterioran en el actual panorama del barril por debajo de los 50 dólares.

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