LA VEGETACIÓN PUEDE ALTERAR EL CLIMA HASTA EN UN 30% POR LA FOTOSÍNTESIS

Las zonas verdes pueden alterar los patrones climáticos de precipitaciones y radiación superficial hasta en un 30% debido a las fuertes retroalimentaciones entre la atmósfera y la vegetación por la fotosíntesis.
Ésta es la conclusión principal de un estudio realizado por ocho investigadores estadounidenses y dirigido por Pierre Gentine, de la Universidad de Columbia, a partir de observaciones globales por satélite. El trabajo ha sido publicado en la revista 'Nature Geoscience'.
Utilizando un nuevo enfoque, los investigadores encontraron que las retroalimentaciones entre la atmósfera y la vegetación (biosfera terrestre) pueden ser mayores de lo que se pensaba. Se trata del primer estudio en considerar las interacciones entre la biosfera y la atmósfera con datos puramente observacionales y podría mejorar en gran medida las predicciones meteorológicas para la gestión de los cultivos, la seguridad alimentaria y las olas de calor.
La vegetación puede afectar el clima y los patrones climáticos debido a la liberación de vapor de agua durante la fotosíntesis, lo que altera los flujos de energía superficial y provoca la formación de nubes, las cuales cambian la cantidad de luz solar o radiación que puede llegar a la Tierra y afectan al balance de energía de la Tierra y en algunas áreas puede desencadenar precipitaciones.
"Hasta nuestro estudio, los investigadores no han sido capaces de cuantificar exactamente en las observaciones cómo la fotosíntesis, y la biosfera en general, puede afectar al clima y al tiempo", subraya Julia Green, coautora de la investigación.
ESTADOS UNIDOS Y MEDITERRÁNEO
Los recientes avances en las observaciones por satélite de la fluorescencia inducida por energía solar, un agente para la fotosíntesis, permitió al equipo inferir la actividad de la vegetación. Utilizaron datos de sensores remotos de precipitación, radiación y temperatura para representar la atmósfera. A continuación, aplicaron una técnica estadística para comprender la causa y el círculo de retroalimentación entre la biosfera y la atmósfera.
Los investigadores descubrieron que los bucles de retroalimentación de la vegetación-precipitación ocurren a menudo en regiones semiáridas o monzónicas. Además, la fuerte interacción de la radiación en la biosfera está presente a menudo en varias regiones moderadamente húmedas, como el este de Estados Unidos y el Mediterráneo, donde la precipitación y la radiación aumentan el crecimiento de la vegetación.
"Los actuales modelos del sistema de la Tierra subestiman estas retroalimentaciones de precipitación y de radiación principalmente porque subestiman la respuesta de la biosfera a la radiación y la respuesta al estrés hídrico", dice Green, quien añade: "Nuestras investigaciones demuestran que esas retroalimentaciones son también esenciales para el ciclo global del carbono, que ayudan a determinar el balance neto de CO2 de la biosfera y tienen implicaciones para mejorar las decisiones cruciales de gestión en agricultura, seguridad, cambio climático y mucho más".
Gentine y su equipo ahora están explorando maneras de modelar cómo las interacciones biosfera-atmósfera pueden cambiar con un clima cambiante, así como de aprender más sobre los conductores de la fotosíntesis para entender mejor la variabilidad atmosférica.

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