WWF denuncia la falta de solución a las amenazas a Doñana y nuevos riesgos

  • Sevilla.- Directivos de WWF han denunciado hoy la falta de soluciones a las "graves amenazas" que, en su opinión, sufre el Espacio Natural de Doñana, en especial la escasez y mala calidad del agua, así como la aparición de nuevos riesgos como el oleoducto a Extremadura y el dragado del Guadalquivir.

WWF denuncia la falta de solución a las amenazas a Doñana y nuevos riesgos
WWF denuncia la falta de solución a las amenazas a Doñana y nuevos riesgos

Sevilla.- Directivos de WWF han denunciado hoy la falta de soluciones a las "graves amenazas" que, en su opinión, sufre el Espacio Natural de Doñana, en especial la escasez y mala calidad del agua, así como la aparición de nuevos riesgos como el oleoducto a Extremadura y el dragado del Guadalquivir.

WWF ha conmemorado el Día Mundial de los Humedales con un viaje en globo por los alrededores del Espacio Natural de Doñana en el que ha explicado a la prensa el efecto de algunas de estas amenazas.

Felipe Fuentelsaz, responsable de agricultura de WWF en Doñana, ha explicado a EFE que aunque el corazón de este espacio protegido -que suma las cien mil hectáreas de parque nacional y parque natural gestionadas por la Junta de Andalucía- se encuentra "en buen estado", los problemas y las agresiones medioambientales se acumulan en su alrededor sin que las administraciones adopten soluciones.

"Hay una serie de problemas ambientales en el entorno de Doñana que están poniendo en serio peligro a este humedal", ha aseverado.

Fuentalsaz ha destacado que "el principal problema" es el agua, ya que las actividades agrícolas, parte de ellas ilegales, merman la aportación hídrica de los ríos y arroyos al interior de Doñana, así como al acuífero que nutre buena parte de este espacio protegido, que suma las máximas recomendaciones internacionales como Reserva de la Biosfera o Patrimonio de la Humanidad.

WWF denuncia que más del 30 por ciento de los 110 kilómetros de arroyos de Doñana están ocupados por actividades agrícolas y que, según datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), más del 80 por ciento de la red hídrica de este espacio protegido "está en mal estado".

Para Fuentalsaz es especialmente grave que desde que en 2003 se aprobó el Plan de Ordenación de Doñana (POTAD), que advirtió de la existencia de 2.100 hectáreas de cultivos ilegales roturados en montes públicos colindantes a este espacio protegido, se han creado otras 1.688 hectáreas de cultivos bajo plástico de las que, además, 590 han destruido zonas forestales de especial protección, en las que está prohibido el cambio de usos del suelo.

El Gobierno andaluz anunció hace dos años la reordenación de estos cultivos ilegales, la mayoría plantaciones intensivas de fresón, pero aún no ha aprobado la normativa correspondiente, según Fuentalsaz.

Un hecho especialmente relevante, en su opinión, es que algunas de estas plantaciones ilegales, que construyen caminos que fragmentan los territorios e impiden los corredores ecológicos de especies como el lince, y perforan pozos ilegales -de los que no se ha cerrado ninguno en la última década- venden luego sus producciones como "productos ecológicos".

Además, parte de estos cultivos ilegales de regadío han acabado con el tradicional viñedo de secano, del que sólo el año pasado se arrancaron 300 hectáreas en el entorno de Doñana.

A estas agresiones ambientales a Doñana, sobre las que WWF denuncia la inacción de la Junta de Andalucía, se suman dos nuevos peligros: el dragado del Guadalquivir y la construcción de un oleoducto de Huelva a la refinería extremeña de Balboa.

Para WWF, el aumento del calado del Guadalquivir para favorecer la llegada de barcos más grandes al puerto de Sevilla no se justifica, dada la cercanía de los puertos de Algeciras y Huelva, y dañará gravemente la orilla fluvial de Doñana, catalogada como parque nacional.

Respecto al oleoducto, WWF recuerda que incrementará en cien los petroleros que anualmente navegarán frente a la costa de Doñana y el riesgo de vertido en las descargas de crudo en el puerto de Huelva.

"Aparte de ser insostenible, es ilógico que en el entorno de uno de los espacios naturales más emblemáticos del mundo se intente hoy día hacer un proyecto de este calibre", ha apostillado.

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