LOS RENOS SON AHORA MÁS PEQUEÑOS Y LIGEROS POR EL CAMBIO CLIMÁTICO

Los renos, que son una imagen icónica de la Navidad, se están ‘encogiendo’ debido al impacto del cambio climático, puesto que, entre otros factores, el aumento de las temperaturas ha provocado un aumento en las poblaciones de estos mamíferos, que tienen una mayor competencia para alimentarse.
Esta conclusión se extrae de un estudio presentado en la reunión anual de la British Ecological Society, el Liverpool (Reino Unido), con el que los investigadores aseguran que los renos del archipiélago Svalbard (Noruega) se han vuelto más pequeños y más ligeros en los últimos 20 años, un periodo en el que se ha producido un calentamiento del verano y del invierno en el Ártico.
Ecologistas del Instituto James Hutton (Reino Unido), el Instituto Noruego para la Investigación de la Naturaleza y la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida han trabajado en el Alto Artico desde 1994 midiendo y pesando los renos. Cada invierno capturaban, marcaban y medían crías de reno de 10 meses, y regresaban cada año para recapturarlos y rastrear su tamaño y peso como adultos.
En un trabajo realizado durante más de 16 años, los investigadores comprobaron que el peso de los renos adultos disminuyó un 12%, de los 55 kilos entre los nacidos en 1994 a los poco más de 48 kilos de los que nacieron en 2010.
Steve Albon, que dirigió el estudio, cree que tres factores relacionados con el cambio climático son responsables de esta disminución corporal de los renos. El primero de ellos es que, según explica, “en Svalbard la nieve cubre el suelo durante ocho meses al año y las bajas temperaturas normalmente limitan el crecimiento de la hierba a junio y julio, pero a medida que las temperaturas del verano aumentaron 1,5ºC, los pastos se han vuelto más productivos y permiten a las hembras ganar más peso en el otoño y, por lo tanto, concebir más crías”.
Además, apunta que inviernos más cálidos suponen más lluvia, que cae sobre la nieve, donde se congela e impide a los renos comer, por lo que estos animales mueren de hambre y las hembras abortan o dan a luz a crías más pequeñas.
El tercer factor es que el número de renos se ha duplicado en los últimos 20 años, por lo que hay una mayor competencia por la comida en invierno. “Puede haber renos más pequeños en el Ártico en las próximas décadas, pero posiblemente en riesgo de muertes catastróficas debido al aumento del hielo en el suelo”, concluye Albon.

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