LAS AVES SE ALIMENTAN PEOR CUANDO AUMENTA EL VOLUMEN DE RUIDO

Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han comprobado que la contaminación acústica afecta a la alimentación de los carboneros comunes que, ante el ruido, aumentan su estado de vigilancia en detrimento del tiempo que dedican a alimentarse, según un estudio publicado en la revista ‘Animal Behaviour’.
En un comunicado, los expertos aseguraron que el ruido interfiere directamente en la comunicación animal al reducir el alcance del canto de las aves y dificultar la petición de comida por parte de los pollos.
Para este estudio, llevado a cabo en las inmediaciones del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, los investigadores instalaron cámaras en comederos para analizar cómo las aves reaccionan al ruido de los aviones. A este respecto, Diego Gil, investigador del MNCN-CSIC, subrayó que “cuando hay mucho ruido se reduce la utilidad del canal acústico, lo que disminuye la capacidad de detectar posibles depredadores y de comunicarse. Es como si las aves se quedaran momentáneamente sordas”.
Al no oír, los carboneros compensan esa pérdida aumentando la vigilancia
visual. “Con esta investigación hemos registrado cómo el tiempo de vigilancia visual de los carboneros comunes se dispara al despegar los aviones, al mismo tiempo que la actividad alimenticia se ve relegada ante este estado de alerta. Nuestro estudio muestra cómo los organismos pueden flexibilizar su comportamiento para adaptarse a nuevas situaciones y hábitats impuestos por el hombre”, añadió.
Este estudio ha contado con la colaboración de Ignacio Pavón, del Grupo de
Investigación en Instrumentación y Acústica Aplicada de la Universidad
Politécnica de Madrid.

Mostrar comentarios