La Amazonia está en peligro y lucha contra la sequía y la deforestación

La Amazonia está en peligro y lucha contra la sequía y la deforestación
La Amazonia está en peligro y lucha contra la sequía y la deforestación
P.Z.

La actual tala de árboles y las potenciales reducciones futuras de las lluvias podrían empujar a la región del Amazonas a un círculo vicioso porque el riesgo de la pérdida forestal aumentaría aún más si las estaciones secas se intensifican con el cambio climático causado por el ser humano.

Así lo afirma un equipo internacional de nueve investigadores de Alemania, Brasil y Países Bajos en un estudio publicado en la revista ‘Nature Communications’, donde aplican un novedoso y complejo análisis de la red de los flujos del agua en la Amazonia.

Delphine Clara Zemp, del Instituto para la Investigación del Impacto Climático de Postdam (Países Bajos) y autora principal del trabajo, afirma que “la selva amazónica es uno de los elementos punteros en el sistema Tierra”.

“Sabemos que, por un lado, la reducción de las lluvias aumenta el riesgo de deforestación y que, por otro lado, la pérdida de bosques puede intensificar las sequías regionales, por lo que más sequías pueden conducir a menos bosques y etcétera”, añade.

Zemp apunta que “las consecuencias de esa retroalimentación entre las plantas en el suelo y la atmósfera no estaban claras hasta ahora”, pero el estudio arroja luz sobre esta cuestión “destacando el riesgo de autoamplificación de la pérdida de bosques que viene causada directamente por la reducción de las lluvias”.

Con una reducción a la mitad de las lluvias en la estación seca, al menos un 10% del bosque amazónico podría perderse por esa autoamplificación del fenómeno, lo que se añadiría a las pérdidas forestales directas por la poca disponibilidad de agua. Simulaciones informáticas de los investigadores sugieren que esto ya ocurrió en el Amazonas hace unos 20.000 años, según la evidencia del pasado de la Tierra."Sorprendentemente susceptible a los cambios ambientales" 

Sin embargo, esto podría llegar hasta un 38% en la cuenca del Amazonas por la retroalimentación entre vegetación y atmósfera, lo que, combinado con los efectos directos de las sequías, sugiere que la mayor parte del bosque amazónico podría eventualmente estar en riesgo.

“El ciclo del agua en el Amazonas es, por supuesto, pura física y biologíca, pero también es una de las grandes maravillas de la naturaleza”, apunta Henrique M. J. Barbosa, de la Universidad de Sao Paulo (Brasil), quien agrega que este ciclo es “sorprendentemente susceptible a los cambios ambientales y la humanidad está imponiendo perturbaciones masivas en la Amazonia cortando los árboles y calentando el aire con gases de efecto invernadero”.

Anja Ramming, de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania), recalca que “la estación húmeda se está volviendo hoy más húmeda y la estación seca, más seca en el sur y el este de la Amazonia debido a las cambiantes tempraturas de la superficie del mar, que influyen en el transporte de humedad a través de los trópicos”. “No está claro si esto continuará, pero proyecciones recientes indican que es posible una sequía generalizada durante la estación seca en la región”, añade.

El estudio indica que incluso si la precipitación media no cambia drásticamente, los sucesos prolongados de escasez de agua podrían convertir al bosque amazónico eventualmente en una sabana.

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