Según ha indicado el Consistorio en un comunicado, los problemas que genera esta especie están relacionados con el desplazamiento de animales autóctonos, además de provocar molestias a los vecinos "allí donde se instalan por el ruido de sus graznidos" y daños en los árboles --al cortar las ramas para hacer nidos y consumir sus brotes--, "llegando a secarlos incluso en algunas ocasiones".
Para actuar sobre estos ejemplares, el Ayuntamiento está procediendo al "cebado a nivel de suelo" y a su posterior captura mediante cañones de redes. Actualmente se está haciendo en el entorno del Palacio del Infante Don Luis y, si la experiencia consigue los resultados esperados, se estudiará extenderla a otros puntos del municipio, donde se pueda usar esta misma estrategia.
Por su parte, la retirada de los nidos podrá hacerse hasta el 31 de diciembre de 2018 exceptuando el periodo entre el 15 de abril y el 15 de julio "para preservar el bienestar de los animales y de las crías que pueda haber en el nido".
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