Bisontes, ideales contra los incendios y la gestión de montes y el lobo, son objeto de deseo de coleccionistas

Bisontes, ideales contra los incendios y la gestión de montes y el lobo, son objeto de deseo de coleccionistas
Bisontes, ideales contra los incendios y la gestión de montes y el lobo, son objeto de deseo de coleccionistas
EUROPA PRESS
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Así lo cree el investigador del CSIC en la Estación Experimental de Zonas Áridas, Jorge Cassinello, tras el hallazgo de un bisonte decapitado y la desaparición de otros tres en la Reserva de Valdeserrillas (Valencia) esta semana y que en su opinión podría estar relacionado con "desalmados" con cierto "afán coleccionista" y gran desconocimiento de los valores de este animal "bello" que habitó en la Península Ibérica y que forma parte del acervo histórico, natural y cultural.

Cassinello ha señalado en declaraciones a Europa Press que, sin embargo, pese al desconocimiento y a la acción de los intereses espurios de los coleccionistas, probablemente, quienes hayan cometido este delito ambiental no podrán vender la cabeza decapitada al macho alfa de la reserva valenciana porque no es una especie cinegética y al estar el caso bajo investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil.

En este contexto, ha explicado que el bisonte europeo (bison bonasus) estuvo a punto de extinguirse a finales principios del siglo XX después de que su existencia en plena libertad acabara a finales del XIX. Sin embargo, a partir de una docena que sobrevivió en zoológicos en Polonia, se iniciaron programas de reproducción que han permitido llegar hasta los 2.000 ejemplares de la actualidad.

De este modo, considera que el resurgir del bisonte ha sido un "éxito", aunque todavía no esté totalmente recuperada la especie, que cuenta con poblaciones muy pequeñas y muy repartidas. Sin embargo, ha destacado que se trata de una especie atractiva, que podría ser un emblema de Europa y cuya recuperación permitiría preservar la naturaleza y aumentar la concienciación.

Asimismo, ha subrayado que por sus características, se trata del "candidato ideal para mantener los cortafuegos naturales", ya que limpian los matorrales al ser herbáceos que se alimentan en campo abierto.

El investigador ha celebrado que a partir de 12 animales ahora la población es extensa y se ha salvado de la extinción, gracias a las fundaciones y entidades privadas y, últimamente también con el apoyo de instituciones públicas que intentan recuperar al bisonte en libertad.

Sobre su distribución espacial ha indicado que actualmente el bisonte está repartido en 225 centros o reservas de 26 países tras su casi extinción a consecuencia, principalmente de la actividad cazadora del hombre y el aumento de otros herbívoros competidores como vacas, uros, tartanes u ovejas.

De hecho, en un Parque nacional situado entre Polonia y Bielorrusia habitan 600 ejemplares en libertad, aunque no están conectadas las poblaciones. Junto a estos países, también hay núcleos en libertad en Rumania y en Rusia, los cuatro países que más esfuerzos realizan por la especie. Asimismo, en Bulgaria, Ucrania y Suecia habitan en libertad varios núcleos de bisontes.

En cuanto a España, ha destacado los proyectos de repoblación de la Reserva de Valdeserrillas (Valencia), a donde en 2009 se llevaron 4 ejemplares y hasta el suceso de esta semana había 12 bisontes; San Cebrián de Mudá (León), con 7 bisontes; Paleolítico Vivo, en Atapuerca (Burgos) y en Plasencia (Cáceres).

ESPECIE GESTORA DEL HÁBITAT

Cassinello ha defendido que el bisonte europeo es de una gran utilidad para el ecosistema mediterráneo, por que podría ayudar a mantener el paisaje, a clarear el monte frente al avance del matorral y así evitar los incendios forestales porque debido al aprovechamiento que hacen del pasto y el monte podrían sustituir al ganado extensivo que se va reduciendo del campo y el monte en España.

Al mismo tiempo, estima que su recuperación en libertad sería muy interesante para mejorar, de forma natural, la gestión del lobo ibérico si ambas especies convivieran.

"Son herbívoros dóciles, afables y nada agresivos. Una vaca es más peligrosa y el bisonte además es útil para los pastos y pueden contribuir al sostenimiento económico de las zonas rurales a través del turismo", ha comentado.

Más allá de la especie, ha elogiado que los buenos resultados se deben a la iniciativa privada y, últimamente al interés público en su recuperación al observar los beneficios que podría proporcionar al medio natural.

Precisamente, ha relatado que hace dos años aproximadamente le llamaron desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que tomó conciencia de que la presencia del bisonte de nuevo en España debe abordarse desde un punto de vista científico, con el que conocer su utilidad y beneficios para mantener la flora y el paisaje hispano. De este modo, se advirtió de una falta de datos sobres su presencia tras el Neolítico --cuando se produjo el final de la última glaciación-- a partir del cual el hábitat y clima prácticamente se han mantenido hasta el presente.

Esto dio lugar al diseño de un proyecto, cuya aprobación ha solicitado a la Dirección de Investigación Científica y Técnica del Ministerio de Economía y Competitividad y que está pendiente hasta la fecha.

INVESTIGACIONES FUTURAS

Este proyecto, de ser autorizado en los próximos meses, se centrará en tres objetivos: la realización de un estudio ecológico del bisonte, para conocer como interactúa con otras especies; un estudio paleontológico, para observar la presencia de fósiles de bisonte de la llanura --el predecesor del europeo-- en la Península y, en tercer lugar, un estudio sociológico con el que conocer si la población rural admitiría la vuelta al campo de una especie extinguida hace un centenar de años y, posteriormente, concienciar a la población de los beneficios de su presencia en el monte.

Finalmente, ha destacado los esfuerzos de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) para recuperar para las generaciones futuras al bisonte, una especie que "soporta una gran variedad de climas" cuyas últimas evidencias fósiles en la Península Ibérica son de bisonte de la llanura (bison priscus) de hace 11.750 años y de hace 7.000 años en Europa del europeo (bison bonasus).

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