EL DESHIELO DEL PERMAFROST EN EL ÁRTICO LIBERA METANO A LA ATMÓSFERA

El descongelamiento de los suelos de permafrost en las regiones árticas podría contribuir al efecto invernadero porque el aumento de las temperaturas produce más metano microbiano cerca de la superficie y el deshielo subsuperficial abre más vías para que el metano geológico y antiguo se libere a la atmósfera.
Así lo asegura un equipo de científicos del Centro de Investigación Alemán de Geociencias y el Instituto Alfred Wegener del Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina (Alemania), y de la Universidad de Wisconsin en Madison (Estados Unidos), tras estudiar el delta del Mackenzie (noroeste de Canadá).
El estudio, publicado en la revista ‘Scientific Reports’, señala que el permafrost del Ártico actúa como una gigantesca capa de material congelado de recursos minerales y combustibles fósiles.
Los científicos indican que el descongelamiento del permafrost podría conducir a un aumento de las emisiones de metano. “Queríamos saber cuánto metano se libera en una región y buscamos patrones espaciales en las emisiones de gases”, indica Katrin Kohnert, del Centro de Investigación Alemán de Geociencias (GFZ) y autora principal del estudio.
Para ello, un equipo liderado por Torsten Sachs, del GFZ, analizó una zona de 10.000 kilómetros cuadrados en el norte de Canadá. Con la ayuda de la aeronave de investigación Polar 5, del Instituto Alfred Wegener, los investigadores llevaron a cabo mediciones aerotransportadas de las concentraciones de gas en el aire durante dos extensas campañas aéreas en los veranos de 2012 y 2013.
Los científicos hallaron una zona de flujo de metano de 100 por 100 metros en el delta del Mackenzie. “Encontramos fuertes emisiones sólo donde el permafrost es discontinuo, es decir, partes donde el permafrost contiene áreas que se descongelan permanentemente”, aclara Kohnert.
Esta investigadora añade que el metano procede sobre todo de fuentes geológicas más profundas y no de la reciente actividad microbiana cercana a la superficie.
El estudio concluye que el calentamiento climático desencadena no sólo la producción natural de metano biogénico, sino que también puede causar mayores emisiones de gases fósiles, lo que contribuye significativamente a la retroalimentación entre permafrost, carbono y clima. “Las áreas de permafrost vulnerables a la descongelación merecen mucha más atención”, apuntan los autores.

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