Elefantes, tiburones y pangolines, más protegidos tras conferencia internacional

La conferencia mundial de protección de la fauna, que concluyó el martes en Johannesburgo, reforzó la protección de las especies en peligro de extinción como los elefantes, los tiburones y los pangolines.

Las decisiones de la conferencia trienal de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) "cambiaron la situación", estimaron las organizaciones de defensa de los animales.

Sin embargo, las decisiones de los 182 miembros se adoptaron al cabo de acalorados debates que dejaron en evidencia profundas divisiones sobre la mejor manera de luchar contra la caza salvaje y los tráficos que genera, evaluados en unos 20.000 millones de dólares anuales.

Los 3.500 participantes de la conferencia no aportaron una respuesta definitiva a la cuestión de saber si la prohibición total del comercio internacional de marfil de elefantes o del cuerno de rinoceronte refuerza la protección o contribuye a la caza ilegal.

"Hubo negociaciones intensas", reconoció Theressa Frantz de la organización de defensa de la naturaleza WWF.

Pero al final, "los gobiernos se pusieron de acuerdo en torno a una serie de decisiones fuertes destinadas a proteger mejor las numerosas especies amenazadas y a reforzar la lucha contra la caza furtiva", agregó.

"Las decisiones adoptadas benefician a las especias salvajes", afirmó Susan Lieberman de la Wildlife Conservation Society (WCS).

"Triunfó la ciencia de la protección de la fauna y de la flora", agregó Lieberman.

En cambio, la Fundación Brigitte Bardot se mostró menos optimista. La Cites se "contentó con poner una venda en la hemorragia" de los elefantes, dijo.

En los últimos diez años, 110.000 paquidermos africanos murieron víctimas del tráfico de marfil, lo que corresponde a un cuarto de la población actual.

Por su lado, el Fondo Internacional por el Bienestar de los Animales (IFAW) manifestó su decepción con respecto a la protección del león en África.

Estas son las principales decisiones adoptadas por la conferencia de la Cites que tuvo lugar del 24 de septiembre al 4 de octubre:

La Cites rechazó el pedido de Namibia y Zimbabue de autorizar la venta de los stocks de marfil, con el objetivo de reinyectar el fruto de la venta en la protección del medio ambiente.

Al mismo tiempo la Cites rechazó pasar a los elefantes del anexo II (comercio reglamentado) al anexo I (comercio prohibido). Un fracaso para los países de África del Oeste y del Este que apoyaban esa propuesta.

Denunció además el comercio nacional de marfil que "contribuye al contrabando y el comercio ilegal".

La Cites rechazó la demanda de exportación de un stock de 330 kilos de cuernos de rinoceronte utilizado con fines médicos en Asia presentada por Suazilandia. La demanda contaba con el apoyo de los criadores de rinocerontes que afirmaban que podían responder a la demanda y contribuir así a una reducción de la caza furtiva que cuesta la vida a tres rinocerontes por día.

Los tiburones sedosos y los tiburones azotadores fueron incluidos en el anexo II (comercio reglamentado) para frenar la sobrepesca actual.

La Cites reveló al mundo la trágica suerte de esos pequeños mamíferos con escamas. En diez años más de un millón de pangolines fueron matados para explotar la carne, los huesos y los órganos.

Las ocho especies de pangolines fueron incluidas en el anexo I (comercio prohibido) de forma unánime.

La Cites prohibió el comercio internacional de los loros grises, muy codiciados por la suavidad de las plumas y su capacidad de imitar la voz humana.

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