Los osos se comunican por el olor de sus manos y de sus pies

  • El hogar de los osos es muy amplio, por lo que esta comunicación química les permite conocer con qué congéneres conviven.

    Los datos han demostrado la presencia de glándulas sudoríparas y sebáceas especializadas en la palma de las manos y pies de los osos.

Los osos del Pirineo de Lleida despiertan de la hibernación
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EUROPA PRESS
L.I
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Los osos se comunican mediante las secreciones emanadas por las glándulas situadas en la planta de sus pies y de sus manos, según concluye un estudio internacional que se publica en la revista 'Scientific Reports'.

El hogar de los osos es muy amplio, por lo que esta comunicación química les permite conocer con qué congéneres conviven. Ya se conocían algunos comportamientos que permitían la comunicación entre diferentes individuos, como marcar árboles para establecer dominios o emitir secreciones a través de las glándulas anales, señales relacionadas con el sexo del ejemplar, pero esta investigación da un paso más.

“Aunque sabíamos desde hace tiempo que los osos realizaban una especie de 'baile' apretando con fuerza sus manos y pies contra el suelo, desconocíamos el fin con el que lo hacían. Ahora hemos descubierto que este comportamiento, que había pasado desapercibido para la comunidad científica, está relacionado con la comunicación química entre individuos”, explicó Eloy Revilla, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana, que ha participado en esta investigación.

Los expertos identificaron esta 'danza' mediante la observación de grabaciones de osos pardos en la cordillera Cantábrica y para confirmar su hipótesis realizaron análisis histológicos, bioquímicos y de comportamiento.

Los datos han demostrado la presencia de glándulas sudoríparas y sebáceas especializadas en la palma de las manos y pies de los osos. Dichas glándulas segregan 26 compuestos químicos específicos, seis de ellos exclusivos de los machos, que los osos utilizan activamente para transmitir información sobre su presencia a los demás individuos con los que conviven.

Agnieszka Sergiel, miembro del equipo polaco que participa en el estudio, aseveró que “los osos son animales que pasan la mayor parte del tiempo solos y, sin embargo, comparten espacio con otros individuos. Necesitan saber si hay congéneres en su territorio, si hay machos rivales, otros ejemplares con quien aparearse o saber si algún macho puede suponer una amenaza para sus crías. La información que ofrecen las emisiones de las glándulas sudoríparas y sebáceas es fundamental”.

“Igual que algunos humanos pueden saber quién ha estado en una habitación por el rastro del olor que ha dejado, los osos pueden hacerlo aunque de una manera muy precisa y en un espacio mucho mayor”, agregó Sergiel.

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