Los hechos hoy conocidos se produjeron en torno al mediodía del sábado, 17 de abril, cuando una patrulla del Seprona de Santa María del Campo era comisionada a un paraje de La Ribera donde, al parecer, un ejemplar de corzo se encontraba atrapado en un canal de riego.
En el lugar varios vecinos provistos de cuerdas se afanaban en atrapar al animal, que asustado huía de la presencia humana. Al cérvido, cada vez más cansado, le era imposible ascender a superficie, en parte debido a la pendiente, la fuerza de la corriente y lo resbaladizo para él de la construcción.
El rescate se hacía complicado, ya que el animal, ya de por sí asustadizo, se encontraba muy inquieto y se había cobijado debajo de un puente, por lo que se hacía inalcanzable desde la orilla.
Tras numerosos intentos fallidos, uno de los Agentes se introdujo en el cauce provisto de una "pértiga" y ayudado por los vecinos consiguió enganchar al animal, que pudo ser extraído de la aguas.
La hembra, que se encontraba en avanzado estado de gestación, resultó ilesa y una vez repuesdta, aunque agotada, fue devuelta a su hábitat.
Estas situaciones se producen cuando los animales bajan para beber y resbalan sus pezuñas en el hormigón, precipitándose al cauce del canal, desde donde les es imposible ascender y salir de la corriente. El cansancio no hace más que acelerar su destino.
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