En una entrevista concedida a Europa Press, el consejero ha explicado que "no se está matando a las cabras, es un control poblacional". "Los estudios de los técnicos que se dedican a esto nos han dicho que puede haber una población de 16 por kilómetro cuadrados, y estábamos en 45. Eso puede provocar brotes de enfermedades para las cabras, otros animales y para las personas. No tienen depredadores y nos estábamos quedando sin flora", ha dicho.
El responsable regional de Medio Ambiente ha recordado que la cabra montesa se introdujo en Madrid hace 17 años y que desde entonces su población se ha multiplicado muchísimo porque es un animal que se reproduce mucho. Por eso, desde hace años han envidado cabras a Francia, a Andalucía y a los Pirineos, pero ya no les piden más porque creen que a este ritmo de crecimiento tendrán pronto el mismo problema que en Madrid.
"Yo no tengo ninguna gana de hacer negocio ni matar cabras, sino hacer un control poblacional por el bien de las cabras y de la salud pública. Y esto lo hemos puesto encima de la Mesa", ha dicho el consejero, que ha recordado que hace unos años hubo un brote de sarna muy serio en Andalucía y Cataluña.
De todas formas, la orden para controlar con batidas la superpoblación de cabras está paralizada cautelarmente por el juzgado de lo Contencioso Administrativo número 32 de Madrid, tras una denuncia de los ecologistas. La Consejería ha recorrido el auto y ha remitido al juez los informes que avalaban la medida. Recuerdan, además, que el Patronato de la Sierra de Guadarrama la aprobó con el voto de 60 miembros a favor y dos en contra.
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