UN VOLCÁN DE LA ANTÁRTIDA CASI ACABA CON UNA COLONIA DE PINGÜINOS EN LOS ÚLTIMOS 7.000 AÑOS

Una de las colonias más grandes de pingüinos papúa en la Antártida quedó diezmada varias veces durante los últimos 7.000 años por varias erupciones del volcán de la isla Decepción, situada al noroeste de la Península Antártica y en el pasaje de Drake, que separa el continente helado de América del Sur.
Un equipo internacional de 18 investigadores dirigido por British Antarctic Survey (BAS), institución británica dedicada a la investigación en la Antártida, estudió el guano (restos de heces) de pingüinos antiguos y encontró que la colonia de esos animales en la isla Ardley se acercó a la extinción varias veces debido a la caída de ceniza del cercano volcán de la isla Decepción.
El estudio, publicado este martes en la revista ‘Nature Communications’, señala que la isla Ardley, cercana a la Península Antártica, es actualmente el hogar de una población de alrededor de 5.000 pares de pingüinos papúa (‘Pygoscelis papua’). Utilizando nuevos análisis químicos de heces de pingüinos extraídos en núcleos de sedimentos de un lago de la isla, los investigadores desentrañaron la historia de la colonia de pingüinos de esa isla.
Las condiciones climáticas alrededor de la isla Ardley han sido generalmente favorables para los pingüinos en los últimos 7.000 años y el equipo esperaba que la población local mostrara fluctuaciones menores en respuesta a los cambios en el clima o el hielo marino, pero hallaron que que el cercano volcán de la isla Decepción tuvo un impacto mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente.
"Cuando examinamos por primera vez los núcleos de los sedimentos, nos sorprendió el intenso olor del guano en algunas capas y también pudimos ver claramente las capas de cenizas volcánicas de la cercana isla Decepción. Al medir la química del sedimento, pudimos calcular el número de poblaciones a lo largo de todo el periodo y ver cómo los pingüinos se vieron afectados por las erupciones”, explica Steve Roberts, científico del BAS y autor principal del estudio.
ENTRE 400 Y 800 AÑOS
Roberts indica que, “en al menos tres ocasiones durante los últimos 7.000 años, la población de pingüinos fue similar en magnitud a la actualidad, pero fue casi eliminada localmente después de cada una de las tres grandes erupciones volcánicas”. “Tardó de media entre 400 y 800 años para que se restableciera de manera sostenible", añade.
Claire Waluda, ecologista especialista en pingüinos de BAS, recalca que este estudio revela “el impacto severo que las erupciones volcánicas pueden tener en los pingüinos y lo difícil que puede ser para una colonia recuperarse completamente”.
“Una erupción puede enterrar polluelos de pingüinos en cenizas abrasivas y tóxicas. Aunque los adultos naden lejos, pueden ser demasiado jóvenes para sobrevivir en las aguas heladas y los sitios de anidación adecuados también pueden quedar enterrados y permanecer inhabitables durante cientos de años", apostilla.
Las técnicas desarrolladas en este estudio ayudarán a los científicos a reconstruir los cambios pasados en el tamaño de las colonias y a predecir potencialmente cómo otras poblaciones de pingüinos pueden verse afectadas en otros lugares. Por ejemplo, los pingüinos barbijo (‘Pygoscelis antarcticus’) en la isla de Zavodovski, que quedaron afectados por las erupciones del volcán Monte Curry en 2016.
"Los cambios en las poblaciones de pingüinos en la Península Antártica se han relacionado con la variabilidad del clima y los cambios en el hielo marino, pero el impacto potencialmente devastador a largo plazo de la actividad volcánica no se ha considerado previamente", concluye Waluda.

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