Un Estado australiano renuncia a prohibir las carreras de galgos

El Estado australiano de Nueva Gales del Sur tuvo que ceder a las presiones y abandonó el martes su decisión de prohibir las carreras de galgos tomada por el escándalo del uso de señuelos vivos y la matanza de perros.

"El gobierno se equivocó", declaró el primer ministro del Estado más poblado de Australia, Mike Baird.

Baird había denunciado un "maltrato sistemático y generalizado" de los animales y había anunciado en julio pasado la prohibición de carreras de galgos un año después.

Esta decisión fue denunciada por el sector de las carreras de perros y apostadores.

Los aficionados hicieron valer que este sector genera millones de dólares en apuestas cada año y emplea a centenares de personas en Nueva Gales del Sur.

En la clase política y la prensa se hicieron escuchar numerosas voces en contra de la decisión pidiendo al gobierno que revierta la medida.

Baird, cuya popularidad cayó este año, explicó que había escuchado a los defensores de las carreras de perros.

"Queda claro, tras una reflexión, que nos equivocamos. Me equivoqué, el gobierno se equivocó", dijo.

La prohibición estuvo motivada por una investigación gubernamental que concluyó que decenas de miles de perros fueron sacrificados porque no corrían lo suficientemente rápido. Otros despedazaron señuelos vivos -lechoncitos o conejos-, lo que está prohibido.

Normalmente estas carreras muy populares se llevan a cabo en un canódromo donde los galgos persiguen un señuelo mecánico propulsado en un riel.

La televisión nacional ABC fue la que reveló la práctica de utilizar señuelos vivos, lo que provocó allanamientos en el sector de las carreras, tanto en Nueva Gales del Sur como en Victoria y en Queensland.

"No creía hasta ahora que la actividad pudiera reformarse, (pero) queda claro que la gente quiere darle la posibilidad de reforma", agregó Baird.

"Hoy puedo anunciarles que el sector de las carreras de galgos tendrá una última oportunidad", agregó.

El sector propuso toda una serie de reformas mientras que el gobierno creará un nuevo organismo a cargo de "asegurarse de que las normas más severas sobre el bienestar animal sean instauradas", dijo.

"No se trata de un regreso al statu quo. Las prácticas bárbaras observadas deben desaparecer", subrayó.

Según el informe de la investigación del gobierno, entre 48.891 y 68.448 perros fueron sacrificados los últimos 12 años ya que se estimaba eran poco competitivos. En paralelo, numerosos galgos resultaron gravemente heridos durante las carreras.

La investigación también reveló que la cantidad de perros muertos y heridos -por fracturas de cráneo o de columnas vertebrales- fue escondido sistemáticamente a la opinión pública.

La Alianza de carreras de galgos de Nueva Gales del Sur expresó su alivio y prometió trabajar para elaborar "reglas de buena práctica".

"Esta prohibición era desastrosa para muchas comunidades y familias y estamos agradecidos de que el gobierno haya escuchado y respondido", declaró su director general, Brenton Scott.

El sector se compromete con una política cero tolerancia ante la crueldad con los animales, con prohibiciones de por vida para los que sean reconocidos culpables de abusos, aseguró.

La Alianza también quiere mejorar las condiciones de vida de los animales heridos o retirados, la seguridad en los circuitos y controlar los programas de crianza.

"Nos comprometemos completamente a que los habitantes (del Estado) estén orgullosos de su industria de carreras de galgos", añadió.

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