LA CALIDAD DEL AIRE MEJORÓ LIGERAMENTE EL AÑO PASADO EN ESPAÑA

- Según un informe del Ministerio de Medio Ambiente. La calidad del aire que se respira en España mejoró ligeramente el año pasado en comparación con 2015, según un informe del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que analiza varios contaminantes y que ha enviado a la Comisión Europea.
El informe ‘Evaluación de la calidad del aire en España 2016’ ofrece una visión global de este ámbito y detalla cómo están las diferentes zonas del país con respecto a los valores legislados para los principales contaminantes.
Los contaminantes analizados son dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), óxidos de nitrógeno (NOx), partículas (PM10 y PM2,5), plomo (Pb), benceno (C6H6), monóxido de carbono (CO), ozono (O3), arsénico (As), cadmio (Cd), níquel (Ni) y benzo(a)pireno (B(a)P).
Además, hay mediciones indicativas de las concentraciones de otros hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) distintos al B(a)P y de mercurio en aire ambiente y particulado, así como mediciones de los depósitos totales de arsénico, cadmio, mercurio, níquel, benzo(a)pireno y los demás hidrocarburos aromáticos policíclicos.
En cuanto al NO2, el año pasado se produjeron superaciones puntuales en los valores legales en Madrid y alrededores, Barcelona y alrededores, Granada y su área metropolitana, Valencia y, por primera vez, San Sebastián de la Gomera (Canarias). Ello se debió principalmente al tráfico rodado, salvo en el caso del municipio canario.
Las partículas en suspensión inferiores a 10 micras (PM10) disminuyeron el número de zonas con superaciones legales tanto en el valor límite anual (de dos de 2015 a una del año pasado: el centro de Asturias) como a su valor límite diario (de ocho a tres: Asturias central, Plana de Vic y Villanueva del Arzobispo).
El ozono troposférico siguió mostrando en 2016 niveles elevados en zonas suburbanas o rurales debido a la alta insolación y a los niveles de emisión de sus precursores (principalmente NOx y compuestos orgánicos volátiles). La situación es similar a la de años anteriores, si bien hay un pequeño descenso en el número de zonas que superan el valor objetivo para la protección de la salud respecto a 2015 (que pasa de 46 a 35 en 2016).

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