LOS ECOLOGISTAS LLEVAN AL CONGRESO UNA “HOJA DE RUTA” AMBIENTAL PARA ESTA LEGISLATURA

- Proponen no construir más embalses ni trasvases, mejor calidad del aire y leyes de cambio climático, fiscalidad ambiental y protección animal. Las cinco principales organizaciones ambientales de España (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF) presentaron este miércoles en el Congreso de los Diputados una “hoja de ruta” con demandas que deben ponerse en marcha en esta legislatura en relación a cuatro bloques temáticos: un nuevo marco para la protección del medio ambiente, un nuevo modelo de desarrollo, un nuevo modelo energético y más calidad de vida.
El director ejecutivo de Greenpeace, Mario Rodríguez, compareció en nombre de todas las entidades ante la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la Cámara Baja, donde expuso a los diputados las principales líneas del documento ‘Un Programa por la Tierra. Hoja de ruta en medio ambiente 2017’.
Para las ONG ambientales, la justicia ambiental y social debe situarse “en el centro de las políticas gubernamentales” y el Estado debe plantear y defender un nuevo paradigma de relaciones internacionales y comerciales donde primen principios como la sostenibilidad ambiental, la igualdad de género, la cooperación, el respeto a los derechos humanos, la participación pública y la democracia.
En este sentido, plantean la creación de un nuevo marco para la protección del medio ambiente, donde prime la democracia ambiental y la gobernanza, y se reconozca y refuerce el papel de las organizaciones ambientales.
En este apartado, los ecologistas defienden que se debata en el Parlamento la posición española sobre las principales políticas europeas de forma previa a los consejos europeos de ministros, que la Fiscalía Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo tenga más medios y prespuesto, se reconozca y refuerce el papel de las organizaciones ambientales para que estén en todos los consejos consultivos con implicación ambiental, y se elabore una Ley del Tercer Sector de Acción Ambiental.
Además, proponen un nuevo modelo de desarrollo donde la economía y empleo tengan como fin el bien común, el agua se gestione como un recurso limitado, la agricultura adquiera un carácter sostenible, el mar y sus recursos se gestionen de manera respetuosa, el entorno natural se conserve de forma más efectiva y se frene la pérdida de biodiversidad, la política de recursos naturales y residuos tienda hacia el residuo cero y la economía circular, se reoriente el uso del suelo y se imponga la justicia social y se reduzca la deuda ecológica.
Una Ley de Fiscalidad Ambiental, no construir más embalses ni trasvases y modificar la Ley de Aguas, rediseñar una política agroalimentaria respetuosa con el medio ambiente, "no dar ni un paso atrás en la política de tolerancia cero contra la pesca ilegal", apoyar a escala europea una política de economía circular ambiciosa, derogar la modificación de la Ley de Costas para asegurar la conservación de los ecosistemas amenazados y rechazar los acuerdos comerciales de la UE con Estados Unidos (conocido como TTIP) y Canadá (CETA) son otras peticiones en el bloque de nuevo modelo de desarrollo.
MODELO ENERGÉTICO Y CALIDAD DE VIDA
Por otra parte, los ecologistas reivindican un cambio de modelo energético basado en las renovables y la eficiencia como elemento matricial para frenar el cambio climático, así como la reorganización de la movilidad y el transporte.
En este sentido, abogan por realizar una auditoría energética de los costes reales del sistema, aprobar una Ley de Cambio Climático que regule las políticas que afectan al clima e incorpore objetivos ambiciosos para 2030, y poner en marcha una Ley de Movilidad Sostenible.
El último bloque temático de la “hoja de ruta” es el de la mejora de la calidad de vida de la ciudadanía con el fin de apostar por la calidad del aire, el freno a la contaminación química y el reconocimiento de los derechos de los animales.
Poner en marcha un plan estatal ambicioso de mejora de la calidad del aire, prohibir el bisfenol A y otros disruptores endocrinos en alimentos y artículos y productos de uso infantil, la puesta en marcha de un Plan Nacional de Salud Ambiental y prohibir el uso y abuso de animales con fines lúdicos o publicitarios a través de una Ley de protección Animal, así como de "las actividades cinegéticas más crueles", son las propuestas incluidas en ese cuarto bloque.

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