La Mesa de la Movilidad del Besaya pide a los ayuntamientos que materialicen la movilidad sostenible

Así lo ha sostenido la Mesa en una rueda de prensa convocada hoy con motivo del comienzo de la Semana de la Movilidad 2017, en la que ha insistido en que para cambiar las ciudades es necesaria una movilidad sostenible.

Transcurridos dos años desde las últimas elecciones municipales, la Mesa de Movilidad del Besaya ha exhortado a los consistorios de la comarca a que materialicen en lo que queda de legislatura "todos esos cambios necesarios y estructurales, la mayor parte de los cuales no han pasado hasta el momento de las palabras y los gestos".

"De nada sirve realizar gestos favorables a una movilidad sostenible durante una semana al año si los 358 días restantes se continúan impulsando políticas urbanas opuestas", ha sostenido la Mesa, que por esta razón ha emplazado a los ayuntamientos a que "no caigan en la inercia de plegarse nuevamente a las lógicas e intereses que durante décadas han diseñado nuestras ciudades, como consecuencia del miedo a una supuesta reacción popular negativa".

En este sentido, ha asegurado que "queda tiempo para materializar lo que hasta el momento han sido fundamentalmente palabras y gestos", si bien "es urgente poner en marcha medidas que supongan una transformación real estructural" de las ciudades y lograr así mitigar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), adaptarse mejor al previsible agotamiento del petróleo y conseguir ciudades más habitables, menos contaminadas, menos ruidosas y socialmente más justas.

En concreto, ha solicitado que antes que concluya la legislatura se implanten "medidas audaces" que reduzcan la velocidad en buena parte del viario, se aprueben planes de prioridad residencial, se eliminen plazas de aparcamiento (sobre todo de visitantes gratuitas), mejoren y racionalicen las redes de transporte público (como la reestructuración de la red del Torrebús), o faciliten el uso de la bicicleta y extiendan las zonas peatonales, entre otras.

Medidas que, en definitiva, impliquen "una drástica reducción del uso del automóvil en nuestras áreas urbanas y metropolitanas, mientras se impulsa la marcha a pie, en bicicleta y en transporte público".

"El motor de la especulación urbanística sigue estando detrás de las políticas urbanas y de movilidad que rigen nuestras ciudades, con todas sus ramificaciones más vivas que nunca: macroeventos turísticos, nuevos planes urbanísticos, planes para la ampliación y construcción de nuevas carreteras o infraestructuras y la extensión de las grandes superficies comerciales (como el previsto a la entrada de Ganzo con una oscura operación de cesión de terrenos de SNIACE para el nuevo vial Viveda-Duález)", ha sostenido la Mesa.