El nuevo 'Dorado': los gestores apuestan por grandes mineras de Latinoamérica

  • Los yacimientos de metales preciosos en la región han atraído a los fondos que buscan rentabilidad fuera de España.
Mina de cobre en Panamá
Mina de cobre en Panamá

Los metales preciosos han vuelto a despertar el interés de los españoles para cruzar el Charco. Hace más de 500 años lo hacían los grandes conquistadores y ahora son los grandes gestores quienes buscan oportunidades en Latinoamérica para sacar una buena rentabilidad en sus carteras internacionales. En especial, han sido las grandes mineras, ya sean de oro o cobre o incluso de litio, las que más interés han despertado.

El sector minero es uno de los mayores focos de dinamismo en América Latina y a los que "más expuestos estamos en cuanto a inversiones en la región" reconoció Alejandro Varela, de Renta 4 durante su intervención en el XX Foro Latibex. La firma tiene un 1,82% de su cartera posicionada en la compañía pública peruana Buenaventura, uno de los gigantes en la producción de metales preciosos. Una posición que está ampliamente respaldada por otros gestores españoles -en el último año se ha incrementado su número en un 150%- que suman más de 113 millones invertidos en ella.

Aunque menos conocida, otra gran firma minera que opera en otra región de Latinoamérica, aunque tiene su sede en Canadá, es Agnico Eagle Mines. La compañía mantiene sus intereses en México a través de la mina a cielo abierto de Pinos Altos ubicada en el estado de Chihuahua, en el norte del país y se espera que siga extrayendo metales preciosos hasta 2026. Agnico no es tan familiar para los gestores españoles como Buenaventura y prácticamente solo azValor y el fondo Ibercaja Alpha la mantienen en cartera, aunque eso sí con una posición fuerte que supera los 46 millones de euros invertidos.

El cobre y por extensión las empresas que lo extraen y lo tratan también ha despertado el interés de los inversores en los últimos meses. Una de las principales razones es que las nuevas tecnologías renovables son muy intensivas en este material, incluido el coche eléctrico que para su construcción necesita el doble de material que uno normal.

 Una de las principales reservas de cobre de la región está en México y es explotada por el gigante Grupo México Sab que es la tercera mayor productora de este material del mundo. Los fondos españoles tienen invertidos en dicha compañía cerca de 50 millones y destacan, por peso en su cartera, Sabadell América Latina Bolsa, azValor, Santander Acciones Latinoamericanas o Renta 4 Multigestión. La compañía no solo opera en el país azteca, sino que también lo hace en otros como en Perú gracias a que controla el 54,2% de los títulos de Southern Peru Copper.

La región más rica en Litio

El apodo que otorgó Forbes a Latinoamérica: "Arabia Saudita del litio", no es casual. La región tiene en su subsuelo las mayores reservas del metal del mundo, solo Bolivia, Chile y Argentina mantienen cerca de 40.000 millones de toneladas. Una característica que no han pasado los analistas que tienen su mirada puesta en la región como Varela o Luciano Buyo, analista senior en el servicio de inversión de Banco Santander.

De hecho, la propia Renta 4 mantiene una inversión del 1,82% en la Sociedad Química y Minera de Chile (único fondo junto a Panda Agriculture & Water Fund), una de las dos compañías que tienen permiso por parte del Gobierno chileno para la explotación de sus minas. Pese a que Bolivia es el país con mayor número de reservas, es Chile -junto a Australia- el mayor exportador del mundo. Además, están empezando a entrar en el sector gigantes mineros como Orocobre (que ingresa cerca de 15.000 millones de euros), que va a explotar una mina junto al fabricante de vehículos japonés Toyota.

El litio, junto a otros nuevos materiales demandados como el cobalto son la última tendencia en los mercados de materias primas. Desde 2016 los precios del carbonato de litio han aumentado en el país un 120%, con lo el valor de las cinco compañías relacionadas con él aumentó hasta un 84%. Además, no parece que se trate de una moda pasajera y podría convertirse en una "tendencia irreversible", según un estudio de BBVA Research. La razón es la importante cantidad de este material que necesitan los coches eléctricos, así como el hecho de que su producción no ha hecho más que empezar.

A pesar de todo, la inversión en estas compañías todavía está en pañales frente a otras como las de oro o cobre. La razón es que muchos de estos países, en especial Bolivia, presentan problemas técnicos para poder explotar sus yacimientos. Una situación que con el tiempo podría revertir en beneficiosa, ya que los gobiernos de dichos países están estudiando otorgar contratos especiales para ampliar la explotación privada de las minas.

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