Batacazo histórico del socialismo francés que queda quinto en las elecciones

Las encuestas, esta vez, no se equivocaron. El socialismo francés (PS) ha cosechado uno de los peores resultados de su historia en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en el país galo, una prueba más de la crisis de la socialdemocracia en toda Europa. El PS, que ha articulado el centroizquierda francés durante la V República, se ha hundido en estas elecciones, el 6,2  por ciento de los votos, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Interior con el 80 por ciento escrutado, su peor resultado desde 1969, cuando el alcalde de Marsella, Gaston Defferre, logró un 5,01 por ciento de los votos.

De este modo, el partido forjado por François Mitternand, se queda en una posición marginal y muy dividido tras estos comicios. Los resultados confirman el hundimiento del partido, víctima del fracaso de la presidencia de François Hollande, de las divisiones dentro de la formación y la balcanización del resto de las izquierdas, socialistas, comunistas y ecologistas.

El fracaso de François Hollande, que ha cosechado los índices de impopularidad más altos de la V República, hizo que la rivalidad por el liderazgo dentro del partido floreciera, igual que el apoyo de miembros de esta formación a otras. El candidato socialista no ha contado con el respaldo de todos los miembros de su formación, dividida entre el ala más izquierdista, de la que sale Hamon, y la más demócrata liberal, encarnada por Manuel Valls, quién apoyó al candidato centrista Emmanuel Macron para evitar la victoria de Le Pen, un gesto que confirmó la enorme crisis por la que atravesaba el partido.

Además, algunas de las medidas propuestas por Emmanuel Hamon también han contribuido a que las diferencias internas dentro del partido crecieran. Por ejemplo, el tema de la renta básica universal fue criticado por muchas voces importantes dentro su partido que la tachan de irrealizable. También su estilo durante la campaña no ha sido muy convincente, ni para el electorado ni para la formación. Es un hombre normal, que no ha apelado ni a los grandes discursos ni a la retórica agresiva de los demás candidatos.

Para Hamon, militante del PS desde los 19, esta derrota puede ser el fin de su carrera política, pese a su larga trayectoria dentro del partido. Fue asesor de Lionel Jospin, entre 1995 y 2000, cuando éste era líder socialista. Ya en el gobierno, estuvo en el gabinete de Aubry quién ideó en el ministerio de Trabajo la semana laboral de 35 horas. Tras su paso por el Parlamento Europeo, fue elegido portavoz del PS y más tarde diputado. En el gobierno de François Hollande fue nombrado en 2012 ministro delegado de la Economía social y solidaria y tras un fulgurante paso de cuatro meses por la cartera de Educación abandonó el ejecutivo en 2014 junto a otros ministros como Arnaud Montebourg y Auréli Filippetti por sus discrepancias con medidas que juzgaban demasiado liberales.Crisis del socialismo europeo

La situación del partido socialista francés no es nueva entre los partidos socialistas europeos, fuertemente condicionados por las medidas de austeridad adoptadas durante la crisis financiera. La aplicación de medidas económicas contrarias a su ideario social les ha supuesto en muchos casos coste electoral.

En Grecia el Pasok se hundió electoralmente, en Reino Unido, se acudió la militancia (Jeremy Corbin) para impulsarse; en Alemania optaron por la coalición con los democristiano y en Portugal gobiernan en alianza con la izquierda radical.  

En Francia, el resultado electoral es otra prueba más del descalabro socialista europeo. El propio Hamon lo ha reconocido: “Este fracaso me hiere profundamente. Es una gran derrota electoral y es un derrota moral para nuestro país y para la izquierda”, ha dicho minutos después de conocer los resultados provisionales, y ha pedido el voto para el centrista Macron para frenar a Marine Le Pen, a la que ha definido como “enemiga de la República”.