"La gente gritaba, se escondía, estaba asustado, temí que se diese la vuelta pero hice la foto"

  • Burhan Ozbilici, fotoperiodista de Associated Press, que acaba de recibir el Premio WorldPressPhoto siguió con su cámara a pesar de que el atacante empuñaba una pistola.

    La imagen "supuso un momento importante en la historia de Turquía" y "como periodista no podía irme para salvar mi pellejo".

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Burhan Ozbilici, ganador del WPP 2017: “Hice mi trabajo: sacar fotografías"
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S.C.

“El ruido de los disparos, al menos ocho, se oyó en la impoluta galería de arte. Se armó un pandemonio. La gente gritaba, se escondía detrás de las columnas y debajo de las mesas, o se tumbaba en el suelo. Estaba asustado y confundido, pero me pude cubrir en parte detrás de un muro e hice mi trabajo: sacar fotografías.”

Con estas palabras narra el periodista Burhan Ozbilici el momento en el que presenció el asesinato del embajador ruso en Turquía, Andréi Karlóv, el pasado 19 de diciembre, momento en el que tomó una fotografía que vale un gran reconocimiento, el mayor que un fotoperiodista puede recibir: el WorldPressPhoto.

El jurado del certamen valora su valentía. No es de extrañar. Logró fotografiar al asesino del embajador sin llamar su atención. “Me costó reaccionar. Pasaron unos segundos hasta que me di cuenta de lo que había pasado: un hombre había sido asesinado en frente de mí, una vida había desaparecido ante mis ojos”, cuenta en un texto publicado por Associated Press, la agencia para la que trabaja.

Ozbilici había acudido a la inauguración de una exposición de fotografía, presentada por el embajador ruso Karlóv, en Ankara. De Kaliningrado a Kamchatka, en los ojos de los viajeros. "Decidí asistir simplemente porque estaba de camino a casa desde la oficina". A sus 59 años, el azar, la valentía y la sangre fría se alineaba para que una de sus instantáneas diera la vuelta al mundo y le brindara uno de los mayores reconocimientos periodísticos. 

"La gente lloraba y gritaba", recuerda. En esos instantes pasó por su cabeza la posibilidad de decirle algo al asesino. “Por supuesto que estaba temeroso y tenía miedo de que se diese la vuelta”, reconoce. Es más, asegura que salió corriendo porque no sabía si había "otros tiradores en la sala colaborando."

Un guardia de seguridad de paisano se acercó al fotoperiodista y le pidió que se hiciera para atrás. "Retrocedí sin darle la espalda y seguí fotografiando", asegura. Luego llamó a la agencia de noticias para la que trabaja para contarles lo que estaba viviendo.

La agencia Associated Press le pidió que enviara las fotos a Londres, "así que las envié sin editar", explica. En pocos minutos sus impactantes imágenes se compartieron miles de veces en las redes sociales y se hicieron virales. Fue vista 18 millones de veces en las horas posteriores al asesinato, "supuso un momento importante en la historia de Turquía" declaró a la AFP, pero dijo que "debía hacer su trabajo" y aseguró que "como periodista no podía irme para salvar mi pellejo".

Los últimos años de su trayectoria profesional están ligados a la Agencia AP, con la que lleva 28 años trabajando. Ozbilici es un fotoperiodista de la calle, de esos que recorren el mundo en busca de historias. Sus ojos y su objetivo han cubierto grandes momentos: la primera Guerra del Golfo en la frontera entre Irak y Turquía, terremotos en Irán y Pakistán, y numerosas historias en Arabia Saudí, Catar, Egipto, Libia, Siria, Chipre y Francia, entre otros países.

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