Los hijos de los Kirchner, cada vez más comprometidos por presunta corrupción

Cristina Kirchner, junto a sus dos hijos.
Cristina Kirchner, junto a sus dos hijos.
Diego Caldentey
Diego Caldentey

La Fiscalía argentina ha solicitado este martes el embargo preventivo de los bienes que conformaron la herencia del fallecido expresidente Néstor Kirchner y el patrimonio ganancial que tenía con su esposa, la también exmandataria Cristina Fernández.  Hoy son parte del patrimonio de sus hijos, Máximo y Florencia

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Según ha informado el Ministerio Público argentino, esta petición, realizada por los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, se enmarca en la causa que investiga presuntas irregularidades en la firma Hotesur, una administradora de hoteles propiedad de la familia en el sur de Argentina.

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Además se ha pedido el embargo sobre el único terreno fiscal que le queda a Cristina Kirchner, que había cedido a Lázaro Báez (el supuesto testaferro del matrimonio Kirchner durante años) pero que nunca se inscribió dicha titularidad.

Cristina Fernández de Kirchner había informado recientemente que todos sus bienes habían sido cedidos a Máximo y Florencia. Esta maniobra fue denunciada por la diputada de la oposición Margarita Stolbizer por "insolvencia fraudulenta".

En total, los bienes que ha pedido embargar la Fiscalía argentina son 16 inmuebles y un automóvil declarado por el contador Víctor Manzanares (que llevaba los libros contables de tres participaciones societarias de los Kirchner). Estas empresas son Hotesur, Los Sauces S.A, y CoMa S.A. Las tres firmas están siendo investigadas en diferentes causas por la Justicia.

El embargo solicitado por la Justicia argentina ocurre en el marco de una investigación por "macrolavado de activos". La causa Hotesur alcanza a los negocios turísticos que mantiene la familia Kirchner en la Patagonia argentina. Pero, a su vez, el Juez que instruye en el caso quiere saber cuál es el origen de los fondos con los que se adquirieron dichos bienes.

En este sentido, la lupa vuelve a posarse sobre los vínculos comerciales que el matrimonio Kirchner tenía con Lázaro Báez, un hombre que ha ido ganando la mayoría de los contratos viales en el sur argentino. Si él administró o no los hoteles de la familia Kirchner es uno de los grandes temas que debe resolver la investigación.

Hotesur comenzó a ser investigada judicialmente en 2014 a raíz de una denuncia penal que radicó Stolbizer contra la expresidenta argentina, por supuestas irregularidades fiscales y societarias a través de la sociedad Hotesur S.A., que maneja el Hotel Alto Calafate, emplazado en la localidad sureña del mismo nombre, situada a escasos kilómetros del Glaciar Perito Moreno argentino.

Fernández de Kirchner era accionista de Hotesur. Una vez que comenzó a ser investigada, desplazó a tres figuras que la vinculaban con el polémico empresario Lázaro Báez y al consejero inmobiliario de su marido, al tiempo que sumó a toda su familia al negocio hotelero en El Calafate. Además, la sociedad empezó a brindar un nuevo domicilio.

La empresa fue adquirida en 2008 por Néstor Kirchner, cuando renunció el directorio anterior y asumió otro conformado por una sobrina -la fiscal Romina Mercado, hija de su hermana Alicia Kirchner- y un socio del ex presidente en la inmobiliaria, Osvaldo Sanfelice, además de Adrián Berni -uno de los máximos colaboradores de Lázaro Báez- y otros hombres del entorno compartido por ambos.

Después de la muerte de Kirchner, Hotesur quedó bajo el control de Cristina y sus dos hijos, Máximo y Florencia.

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