Espías, conspiraciones y correos electrónicos, los ingredientes de la última polémica de Trump

  • El presidente saliente Barack Obama encargó una investigación cuando se conoció la filtración de los correos del partido demócrata para dar con los responsables. 

    Ahora la CIA asegura que fue el gobierno de Rusia quien facilitó los documentos a Wikileaks para influir en el resultado de las elecciones a favor de Donald Trump. 

Espías, conspiraciones y correos electrónicos, los ingredientes de la última polémica de Trump
Espías, conspiraciones y correos electrónicos, los ingredientes de la última polémica de Trump
Ana Domingo
Ana Domingo

Estados Unidos, Rusia, agentes de inteligencia, la CIA, ordenadores, correos y conspiraciones... parecen los ingredientes de una película de espías, propia de la guerra fría pero son todos los elementos que aparecen en el último culebrón que llena portadas en Estados Unidos y que salpica al resto del mundo. 

La polémica ha marcado la última campaña electoral norteamericana y ahora, un mes después de que Donald Trump ganara los comicios, se sigue cuestionando su victoria. Que Trump no es un político al uso no se le escapa a nadie. Su forma de hacer campaña rompió el corsé de los candidatos tradicionales.

Simpleza en el discurso, demagogia, populismo, prepotencia, insultos... todo eso formaba parte del discurso y del comportamiento del magnate republicano en campaña y que contra todo pronóstico le llevaron a ganar las elecciones, pero según ha desvelado ahora la CIA ha habido otros elementos que le han ayudado a ganar las elecciones. Rusia. 

Es la última revelación del periódico The Washington Post y cita nada más y nada menos que a la todopoderosa CIA. La organización de espías más famosa del mundo asegura que el Kremlin ha tenido un papel fundamental en el último proceso electoral norteamericano. Y lo ha hecho filtrando a WikiLeaks miles de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata en los que se hablaba de la estrategia para desprestigiar al contrincante de Clinton en las primarias, el senador Sanders.20.000 correos con las estrategias para las primarias

Se trataba de alrededor de 20.000 emails escritos entre enero de 2016 y el 25 de mayo, en los que se reconocía que la dirección del Partido Demócrata no fue neutral en el proceso de primarias y trabajó para perjudicar al senador Sanders, rival de Clinton.

Algunos de los correos intercambiados entre siete miembros del Comité Nacional Demócrata hacían referencia a menoscabar la campaña de Sanders para que pareciera, por ejemplo, violenta y desorganizada. O para que el senador pareciera ateo. Clinton ganó las primarias. 

Tras la publicación de los correos, Sanders defendió que Wasserman Schultz no estaba cualificada para ser la presidenta del DNC y finalmente la la congresista por Florida dimitió. 

Ya en ese momento cuando salieron a la luz en el mes de julio, muchos medios y politólogos señalaron hacia Rusia a la hora de buscar culpables de la filtración. Y se comenzó a investigar. Los primeros en hacerlo fueron los agentes del FBI, que anunciaron que estaban trabajando para determinar la naturaleza y alcance del asunto. Para ellos, un acto comprometido de esta naturaleza había que tomársela en serio y por eso buscarían a quienes supusieran una amenaza en el ciberespacio.

Sin embargo, para muchos las actuaciones de la policía federal no tienen credibilidad ya que ellos también influyeron durante el proceso electoral a favor de Trump. Dudando sobre el comportamiento de Clinton en temas de seguridad al usar servidores no encriptados para sus comunicaciones. El Kremlin quería influir en el proceso electoral norteamericano

Numerosos analistas señalan la filtración de esos documentos como el punto de inflexión en la campaña, como el momento en el que la imagen de Clinton comenzó a resquebrajarse. Y aunque esos documentos los filtró la organización Wikileaks, los espías norteamericanos aseguran que tienen pruebas de que fueron varios agentes del gobierno ruso quienes se los hicieron llegar para no sólo socavar el proceso sino definitivamente para influir en el resultado y dar la victoria a Donald Trump. 

Estas afirmaciones han causado un gran revuelo en el país. Y son el resultado de la investigación que encargó el propio Presidente Obama cuando se conoció la filtración de los correos de la cúpula del partido de Clinton. De hecho, tal y como revela el diario de la capital norteamericana, el gobierno Obama mantuvo reuniones secretas con representantes de seguridad de ambos partidos para tratar el asunto. Rusia volvía a ser una amenaza y había que develar hasta donde llegaban sus tentáculos. 

Pero los informes del servicio de inteligencia norteamericano no convencieron a todos y algunos de los presentes señalan que faltan datos y detalles para poder realizar una afirmación tajante. Se habla de personas del entorno del gobierno ruso pero no se ponen nombres y apellidos. 

Aún así todos conocen la sintonía entre Donald Trump y Vladimir Putin. Trump dijo en campaña que Putin era un gran presidente, mucho mejor que Obama y Putin afirmó en una intervención ante el Parlamento ruso no hace ni dos semanas que Rusia estaba dispuesta a cooperar con la nueva Administración estadounidense y que era importante normalizar y empezar a desarrollar las relaciones bilaterales sobre una base de igualdad y beneficio mutuo.

Putin ya ha negado las acusaciones y ha instado a la CIA a que las demuestre. Por su parte la organización Wikileaks también ha asegurado que Rusia no es su fuente. La respuesta de Trump

Pero no sólo se cuestionan estas afirmaciones desde el seno de los máximos responsables de la inteligencia del gobierno de Estados Unidos. El mismísimo equipo de transición de Trump lanzó una bomba de flotación a la CIA tras conocer las conclusiones de la investigación: "Estos son los mismos que dijeron que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva", contestaron a través de un comunicado sin firma. "La elección terminó hace mucho tiempo con una de las victorias en el Colegio Electoral más grandes en la historia. Ahora es tiempo de avanzar y "'hacer que Estados Unidos sea grande otra vez'", concluye la nota. 

Además, en una entrevista emitida este domingo por la cadena FOX el presidente electo ha afirmado: "Me parece ridículo. Creo que es otra excusa. No me lo creo" y acusó al Partido Demócrata de poner en circulación las estimaciones de la CIA. Trump, no obstante, no puso en duda la procedencia del informe.

"Lo interesante de los 'hackeos' es que nadie sabe realmente nada", hizo saber Trump, en línea con anteriores comentarios al respecto sobre la posible infiltración. "Si no les pillas con las manos en la masa no les pillas nunca. No tienen idea de si es Rusia, China o cualquier otra persona. Podría tratarse de alguien tirado en una cama en alguna parte", ha añadido.

Se desconoce por el momento la trascendencia que puede tener esta revelación en el futuro. Lo que parece claro es que no es un buen comienzo para las relaciones entre el nuevo inquilino de la Casa Blanca que tomará posesión del cargo el próximo 20 de enero y su central de inteligencia. 

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