Holanda se juega su futuro con Geert Wilders, el xenófobo del 'no es no'

  • Con un discurso xenófobo que criminaliza el Islam, culpabiliza a las élites de todos los males del país y apuesta por la salida de Holanda de la Unión Europea, Wilders puede ganar las elecciones este miércoles. 

    Guía para seguir las elecciones en Holanda.

Quién es Geert Wilders, el Trump holandés que puede ganar las elecciones en Holanda
Quién es Geert Wilders, el Trump holandés que puede ganar las elecciones en Holanda

Holanda se juega su futuro con el líder del no es no del Partido de la Libertad. Sí, porque Geert Wilders puede convertirse en primer ministro de Holanda con un discurso en negativo que mezcla ideas liberales, populismo, progresismo social en materias como la homosexualidad y el aborto y racismo puro y duro. 

Wilders puede ser el hombre del no es no, porque su programa político dice no a muchas cosas: no al euro, no al Corán, no a los musulmanes, no al euro, no a la burocracia de Europa, no a la jubilación a los 68 años, no a que Europa controle las cuentas de los holandesese... no, no y no. Su mensaje ha calado en la sociedad holandesa. Y más entre la clase media baja. 

A Wilders le ha favorecido su arrojo a la hora de enfrentarse a todo lo musulmán. El asesinato de Theo Van Gogh indignó a todo un país, pero él se puso al frente de la manifestación comparando el Corán con el Mein Kampf de Hitler y mostrando su desprecio por un islam al que considera peor que el fascismo. Esto le ha provocado amenazas de muerte que le han obligado a dormir cada día en un domicilio distinto. Ve a su mujer una vez a la semana. Muchos de sus votantes lo ven como un ejemplo porque es consecuente con lo que dice y paga las consecuencias. Tal vez por ello, porque es políticamente incorrecto hasta el extremo, se le compara con Trump, algo que le irrita. 

"No soy Donald Trump, no me llamen el Trump holandés, soy el Geert Wilders holandés", con estas palabras el holandés Geert Wilders deja claro que no le gusta que le comparen con el presidente estadounidense, Donald Trump. Lo cierto es que la comparación no es baladí. Ninguno tiene pelos en la lengua, comparten un discurso populista y están revolucionando la política de su país. La principal diferencia entre ambos es que Wilders lleva más de 20 años en política. 

Tras el Brexit y la victoria del magnate estadounidense, Europa mira con inquietud hacia Holanda, donde su partido puede convertirse por primera vez en el más votado en las elecciones que se celebran el 15 de marzo aunque si gana será excluido y no gobernará.

Con un discurso xenófobo que criminaliza el Islam, culpabiliza a las élites de todos los males del país y apuesta por la salida de Holanda de la Unión Europea, Wilders es el hombre para muchos holandeses que puede solucionar el clima de malestar en el país en un contexto de incertidumbre global y del propio proyecto europeo, igual que pensaron los votantes de Trump y los partidarios del Brexit.

El ascenso de Wilders no se entiende sin analizar la situación de Holanda. Hace 15 años en 2002, pocos días antes de las elecciones, un activista medioambiental holandés mató a tiros al político Pim Fortuyn, abierto crítico del islam. Este político fue el primero en pronunciar un discurso políticamente incorrecto y criticar con fuerza el Islam. Solo dos años después, en 2004 el país sufrió un nuevo shock al ser asesinado el provocador cineasta Theo Van Gogh por un musulmán.

Estos dos sucesos sumieron a Holanda en un proceso de reflexión y a Wilders le supuso un cambio radical de vida. Se desvinculó del partido Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), en el gobierno, con el que empezó su carrera política en 1997 como concejal en Ultrech primero y como portavoz parlamentario después, para formar su propia formación el Partido para la libertad.

Wilders promete "devolver Holanda a los holandeses" y expulsar de los barrios a "la escoria marroquí", expresión que utiliza para referirse a la comunidad de inmigrantes que se ha convertido en el principal blanco de sus ataques, pese a que representa poco más del 2% de la población de Holanda, país con cerca de un 4,5% de musulmanes originarios de diferentes nacionalidades. El ultranacionalista confía en el voto de las clases trabajadores que dicen haber perdido calidad de vida, en uno de los países más desarrollados del mundo.¿Cuál es su programa electoral?

Su programa electoral se resume en una sola página. Se divide en 11 puntos y lleva como título "Holanda tiene que volver a ser nuestra".El primero de los puntos es "desislamizar" Holanda. Para ello, Wilders ha puesto el foco en todos los centros de refugiados, el cierre de mezquitas, la prohibición del velo y el Corán, libro que equipara al "Mein Kampf" de Adolf Hitler. Además, propone encerrar de manera preventiva a musulmanes radicales e impedir el regreso a Holanda de combatientes que han viajo a Siria para luchar junto al Estado Islámico. También aboga por el cierre de las fronteras a todo solicitante de asilo e inmigrante procedente de países árabes.El segundo punto es Holanda salga de la Unión Europea, conocido ya como 'Nexit'. Tras el referéndum en Reino Unido, Wilders anunció que si ganaba haría una consulta similar en el país.El tercer punto hace referencia a la democracia directa que incluye la introducción de referéndum vinculantes. Abolir las deducciones del sistema de saludBajar los alquileresPropone volver a la edad de jubilación de 65 años en lugar de los 67.Frenar los gastos en ayuda al desarrollo, energía eólica, arte e innovación.El político holandés quiere aumentar los gastos destinados a la policía y las fuerzas armadas.Aumentar los gastos para residencias de ancianos.Bajar los impuestos de la renta.Bajar el impuesto de circulación.Amenazado de muerte, vive bajo protección policial

Desde la muerte de Theo van Gogh, Wilders ha recibido múltiples amenazas de muerte de parte de individuos y de grupos como al Qaeda. Es por ello que siempre va acompañado de seis guardaespaldas, viaja en coche blindado y viste un chaleco antibalas. Está casado con Krisztina, con la que se casó en 1992. Toda estas medidas de seguridad ayudan al holandés a dibujar su particular radiografía del Islam y señalar a esta religión como una ideología muy peligrosa.

Las últimas encuestas sitúan a su partido en el segundo puesto, por primera vez este año. Solo le supera el partido conservador del primer ministro Mark Rutte, el Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD), que se encuentra ahora con el 16,3 por ciento en intención de voto. El partido de Wilders le sigue de cerca con el 15,7 por ciento.

Dado el sistema de gobiernos de coalición que rige en Holanda y el rechazo de los demás partidos del espectro político a aliarse con él, es improbable que Wilders llegue a ser primer ministro. Sin embargo puede considerarse ganador por el impacto en la política holandesa y europea.

Mostrar comentarios