Niveles de yodo radioactivo (yodo-131), radionucleido de origen artificial, han sido detectados a lo largo del pasado mes de enero en el aire en varios países de Europa, entre ellos España, alerta el Instituto Francés de Radio-protección y de Seguridad Nuclear (IRSN). En concreto, se han detectado niveles anormales en Noruega Finlandia, Polonia, República Checa, Alemania, Francia y España, pero sin que ello suponga una amenaza para la salud.
El yodo-13, asociado con la energía nuclear, con procedimientos de diagnóstico y tratamientos médicos, cuenta con un período radiactivo corto, de 8,04 días, por lo que su detección señala una emisión relativamente reciente.
Según la Autoridad Noruega de Protección Radiactiva, el movimiento de las partículas sugiere que han viajado desde el Este de Europa. Las condiciones meteorológicas desfavorables habrían favorecido su circulación.
Sobre el origen del escape, los expertos señalan un accidente en un reactor nuclear o un escape en una planta de yodo ya que su uso comercial está muy extendido en Europa para tratar los problemas de tiroides. De momento, todos son hipótesis.
Si está presente en el medio ambiente durante un periodo prolongado podría llegar a contaminar los alimentos.
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