Kim Jong-Un vuelve a amenazar con destruir el mundo....menos mal que nadie se lo cree

  • Kim Jong Un parece un niño malcriado que desde su castigada patria lanza amenazas de ataques nucleares a sus enemigos. Ha dicho que convertirá en cenizas y fuego  Seúl y EEUU y que lanzará una bomba atómica.

    Una de las más inverosímiles llegó a raíz del estreno de la película The Interview, que satirizaba su figura: "herir a nuestro es un acto de terrorismo".

Kim Jong un vuelve a amenazar....menos mal que nadie se lo cree
Kim Jong un vuelve a amenazar....menos mal que nadie se lo cree

Su cara redonda, sus ojos pequeños y su corte de pelo hacen difícil tomar en serio al dictador de Corea del Norte, Kim Jong-Un. Más que un terrible caudillo o un líder carismático tradicional al estilo soviético, el Líder Supremo parece un niño malcriado que desde su castigada patria lanza amenazas de ataques nucleares a sus enemigos, sin entender que su retórica salvaje y extravagante han mermado cualquier atisbo de credibilidad a sus amenazas.

Entre sus perlas para amenazar al mundo, la última ha sido reducir a cenizas nada menos que a EEUU y a Seúl. No ha sido la primera vez que Kim se pone furioso (es conocido por aniquilar a todos los que le rodean, familiares incluidos). Antes dijo que convertiría Seúl "en un mar de fuego" (14-08-2015), o decir eso de "mis armas nucleares pueden ser disparadas en cualquier momento" (04-03-2016), que no provocó la crisis de los misiles de Cuba, precisamente, o amenazando con lanzar una bomba atómica. Su odio también se hace evidente en máximas como "una vez dada la orden, deberán romperle el espinazo a los enemigos dementes, deberán cortarles el cuello y así mostrarles claramente lo que es una verdadera guerra" (12-03-2013) o cuando tachaba a la ONU y a Corea del Sur de "hooligans sin piedad" a los que "hay que borrar del mapa" (25-03-2013)

La repentina escalada de tensión de estos últimos días es la expresión de una hostilidad heredada de la Guerra Fría, cuando la península coreana fue dividida en dos estados distintos, según el deseo de las dos superpotencias del momento EEUU y la URSS. Como salido de una película en blanco y negro, el pequeño dictador aparece con sus prismáticos observando como sus obsoletos buques militares y sus patrióticas fuerzas armadas realizan ejercicios militares para “reducir a Estados Unidos y Corea del Sur a llamas y cenizas”.

Esta es la enésima amenaza que el  Líder Supremo ha pronunciado hoy mismo después de que la semana pasada, el Consejo de Seguridad de la ONU anunciase el endurecimiento de las sanciones contra el régimen de Pyongyang en respuesta al lanzamiento de un misil balístico en el mes de febrero. Conocido por su retórica y verborrea, el líder norcoreano ha vuelto a usar la amenaza contra la comunidad internacional como única vía que le queda para mantenerse en el poder.

Fuera de sus fronteras es un bufón que se queja a Londres porque un peluquero se mofó de su peinado. O un playboy rollizo con debilidad por el queso suizo, los coches de lujo, las mujeres y los zapatos de tacón masculinos. Sin embargo, en su país es un monarca, convertido casi en Dios, donde su pueblo le aplaude aunque sus manos se queden en carne viva. Los norcoreanos no son gente tonta pero escuchan día tras día la propaganda de su líder, un treinteañero que llegó a pronunciar lo siguiente: “Sabes lo que es más destructivo que una bomba nuclear...las palabras”.

Dicho y hecho. No hay mes que pase sin que escuchemos perlas del dictador norcoreano. A la ya mencionada, “reducir a EEUU y Corea del Sur a llamas y cenizas”, le precedieron otras como, “si el enemigo nos amenaza con armas nucleares, nosotros responderemos con ataques nucleares más potentes todavía”. Días antes aseguró “borraremos del mapa sin piedad al grupo de los peores 'hooligans', incluidos los del Partido Saenuri, que han liderado la fabricación de la resolución del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas”, en referencia a su gran enemigo Corea del Sur.

Una de sus últimos díscursos más bélicos fue el que pronunció durante el 70 aniversario de su partido. Con traje oscuro de cuello mao y su siempre visible pin con la bandera norcoreana pronunció “hoy, nuestro partido proclama con determinación que nuestras fuerzas armadas revolucionarias son capaces de enfrentarse a cualquier guerra provocada por Estados Unidos, y que estamos preparados para proteger a nuestro pueblo y el cielo azul de nuestra patria”.

Pero una de las más inverosímiles de las amenazas de Kim Jong Un llegó a través de un película de Hollywood. El motivo del enfado lo provocó una película  The Interview. E portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores amenazó con tomar “medidas sin piedad” en represalia, si los Estados Unido estrenaba esta película. “Realizar y lanzar al público una película cuya trama se centra en herir a nuestro máximo líder es uno de los más desvergonzados actos de terrorismo y no será tolerado en absoluto. Si el gobierno de los Estados Unidos permite y defiende la difusión de esta película, tomaremos medidas sin ninguna piedad”. La 

También el embajador de Corea del Norte en las Naciones Unidas siguió esta misma línea de razonamiento "la producción y distribución de una película en la que el jefe de un Estado soberano es asesinado, es sin duda un intento descarado de apoyo al terrorismo, así como un acto de guerra”. La película se estrenó y no pasó nada. 

Más preocupación tendría que darle a Kim el hambre que asola a su pueblo. Al menos un 30 por ciento de los norcoreanos se muere. Y eso es un motor de disidencia con poder. El tirano quiere demostrar que es fuerte. Que es líder. Pero otro peligro le persigue. No es otro que el de la demografía porque pese a los 25 millones de habitantes, en 100 años no se esperan muchos más.  La falta de comida y el clima provoca 100.000 muertes al año y las parejas no tienen más hijos si el primero de ellos es un varón.

Kim no ha cesado de aplicar ejecuciones con una sonrisa, de encerrar a más de 400.000 personas sin juicio previo, pero ¿cómo aguanta la población? La desinformación es evidente, así como la falta de intimidad. Solo unos globos que llegan de Corea del Sur da noticias en las que informa de lo que ocurre en el mundo. Se habla de una quiebra del país y de que Kim Jong Un quiere un acuerdo con EEUU para asegurar su poder y evitar sobresaltos. lo que ocurre en su país no tiene  gracia. Es uno de los lugares más aterradores de la tierra. Donde cualquier cosa puede ocurrir sin explicación, sin preguntas, sin respuestas y sin que se sepa. 

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