Así destruye la GBU-43/B, el proyectil que es la 'Madre de todas las bombas'

Un soldado norteamericano, junto a la MOAB.
Un soldado norteamericano, junto a la MOAB.
L.I.
L.I.

La GBU-43/B Massive Ordnance Air Blast (MOAB), lanzada por EE.UU., es la más potente bomba no nuclear existente en la Tierra. Sus características parecen de ciencia ficción, pero el poderío de este proyectil es tan descomunal que alcanza un radio de entre 1,4 y 1,5 kilómetros desde la zona cero.

La GBU-43/B pesa 9.500 kilos, de los cuales 8.400 son explosivos de alta potencia. Fue desarrollada para el Ejército estadounidense por Albert L. Weimorts en el laboratorio del Air Force Research. Por sus características de fabricación, está especialmente diseñada para destruir complejos de cuevas y túneles subterráneos.

Hasta ahora, la nación norteamericana nunca la había utilizado. En 2003 fue enviada a Irak, pero el Pentágono no autorizó finalmente su detonación y solo se limitó a realizar ensayos estratégicos con la bomba.

La denominada coloquialmente como 'Madre de todas las bombas' destruye blancos y objetivos de manera demoledora, aunque su precisión no es 'quirúrgica'. No se trata de un arma de precisión neta, desde el punto de vista técnico, como sí lo son otros diseños del variado arsenal que posee EE.UU. Por este motivo, el Pentágono (antes de lanzarla) tomó las debidas previsiones para que no hubiera presencia de civiles en todo el área periférica de explosión.

Su lanzamiento requiere de una rampa situada en la parte trasera de una aeronave de carga. Es ideal para ser disparada específicamente desde un Hércules C-130, por ejemplo.

Posteriormente, ha sido guiada por GPS hacia el objetivo. La carga que transportó en esta operación militar ordenada Donald Trump era H6, un explosivo que es 1,35 veces superior y más destructivo que la dinamita. En concreto, posee un largo de 9,1 metros y un diámetro de 1,03 mts.

La carga de explosivos que contenía era tal que, al estallar, liberó un poder de destrucción equivalente a 11 toneladas de TNT.

Cabe destacar que su capacidad de destrucción es enorme: mata con la imponente presión de aire que genera. No obstante, si se comparara con el poder letal de un arma nuclear, se trata de un proyectil mucho menos nocivo.

Para entenderlo mejor, el poder de destrucción de la MOAB es diez veces inferior al que tenía la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima en 1945. Eso, sin tener en cuenta que un arma nuclear causa efectos devastadores añadidos por la propagación de la radiación.

Así y todo, puede causar un número enorme de víctimas y destrozar barrios enteros. La GBU-43/B en realidad es un modelo mucho más evolucionado que su predecesor, la BLU-82B Daisy Cutter, cuyo peso era de 6.800 kilos.

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